Según datos del INE, cerca del 43% de nacimientos en Cataluña durante el 2022 fueron de madres extranjeras. Una media que supera en más de un 10% a la del resto de España, que se encuentra aproximadamente en el 30% (uno de cada tres niños que nacen son de parejas de inmigrantes). Las comunidades con menos porcentaje son Extremadura, Castilla y León y Andalucía.
A nivel nacional, la gran mayoría de madres son de origen marroquí (el 22%), colombiano (el 8%) y rumano (el 7%). Es decir, que si tenemos en cuenta que nacieron 329.000 niños, casi 73.000 son de madres marroquís mientras 26.000 de colombianas y 23.000 de rumanas. Las tres comunidades que siguen a Cataluña con un porcentaje superior a la media son el País Vasco, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana.
Desde VOX, han sido muy críticos contra la islamización de Cataluña y la continua llegada de inmigrantes ilegales. Ignacio Garriga, candidato a presidir la Generalidad, aseguró recientemente que había barrios de Cataluña irreconocibles y que se estaba «cambiando la identidad y condenando a la inseguridad a muchos catalanes».
Para el líder catalán, el buenismo de la izquierda y el separatismo han convertido a Cataluña en «la región de España con mayor efecto llamada» favoreciendo a las mafias y multiplicando las muertes en el Mediterráneo. Además, en caso de liderar la comunidad autónoma, tiene claro cuáles serían las primeras medidas que tomaría: «Cortar de raíz las políticas sociales destinadas a inmigrantes ilegales: ni un piso de protección oficial y ni un euro de la Renta de Garantía de Ciudadanía«.
Considera que la situación actual de España es como la de Francia hace 10 años y hay que tomar medidas ante el «fracaso del multiculturalismo» y las políticas «buenistas» que achaca al PSOE y el PPy están provocando que los nacimientos de niños de extranjeras en Cataluña se haya disparado: «Es el momento de mirar a nuestro vecino y rectificar las políticas migratorias porque si no hacemos nada acabaremos como Francia», ha dicho en una rueda de prensa en la sede nacional del partido.
Para el dirigente de Vox, lo que está pasando en Francia es que «una serie de personas que no se sienten del país, por mucho que puedan tener un número de identificación que diga que son franceses, no aceptan las leyes del país que les ha acogido y están atacando los pilares» de la civilización europea.
