«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Montero vuelve a la primera línea cargando contra la derecha: ‘Son los trillizos reaccionarios’

La portavoz de Podemos pilotará la formación mientras Pablo Iglesias disfruta del permiso de paternidad y ha avanzado que situará el feminismo como uno de los ejes centrales de su política.

Irene Montero ha regresado este miércoles a la primera línea política y se ha estrenado en el papel de jefa de filas de la formación morada en un acto con mujeres en el que ha reivindicado el feminismo para «parar los pies» a los «trillizos reaccionarios» de PP, Cs y Vox, en la calle y en las urnas.

El acto en Madrid «La vida, en el centro», que la portavoz de Unidos Podemos ha elegido para su regreso político tras seis meses dedicada al cuidado de sus hijos, ha sido el anticipo de la estrategia con la que Montero pilotará la formación morada, mientras Pablo Iglesias es quien disfruta del permiso de paternidad y que situará el feminismo como uno de los ejes centrales de su política.

De hecho, así ha arrancado y terminado su intervención, con un mensaje a las mujeres andaluzas y a las que sufren violencia doméstica «para que sepan que no están solas», en el día en el que se ha formalizado el apoyo de Vox y de Cs a la investidura del popular Juanma Moreno como presidente de la Junta de Andalucía, el «pacto de los trillizos reaccionarios», ha dicho.

La defensa de una »España feminista» frente a la «España reaccionaria en la que -según sus palabras- nos quieren meter Abascal, Rivera y Casado» ha sido el centro de su discurso.

Y se ha visto a Irene Montero muy consciente de las dificultades a las que se enfrenta su partido si no consigue atraer a las urnas a los votantes que se quedaron en casa en las últimas elecciones andaluzas.

La dirigente de Podemos ha admitido que estamos en un «momento difícil», de «incertidumbre» y «encrucijada», en el que el «miedo» puede hacer triunfar la respuesta «fácil» de los «odiadores profesionales» -otro calificativo con el que se ha referido a Vox, Cs y PP-, cuya solución es el odio a las mujeres, a los vecinos o al diferente.

Su receta es vencer a ese miedo con «esperanza», siendo ésta no sólo una emoción, sino una «decisión colectiva» de «proteger lo común» -la sanidad, la educación, las pensiones o la dependencia- y hacerlo a través de la participación política para convertir en leyes medidas que hagan la vida más digna a los ciudadanos.

Ha sido su llamada para convencer de la utilidad de participar en las elecciones y evitar la abstención que tanto les ha costado en Andalucía, donde Podemos en coalición con IU salía a por el segundo puesto y se ha quedado con el cuarto y ha perdido tres escaños.

Montero ha pedido a las mujeres que salgan a las calles con más fuerza incluso que el pasado 8 de marzo, pero que también vayan a votar y llenen las urnas, porque, de no ser así, «ganan los otros», ha dicho, los que no consideran irrenunciables la lucha contra la violencia machista o por las libertades sexuales y «van contra las mujeres o los inmigrantes».

Montero ha arremetido contra quienes piden no «politizar» el feminismo por temor a que, por ejemplo, pueda haber mejor educación publica y «no segregada» como ellos proponen y ha criticado al líder del PP, Pablo Casado, por hablar de «violencia doméstica» y no »machista».

Por todo ello, ha apelado a la revolución de las mujeres como la «fuerza mas poderosa» para dar la batalla a PP, Cs y Vox, «pararles los pies» y lograr construir un país que ponga «la vida en el centro».

«Nos toca a las mujeres liderar la respuesta frente al miedo», ha enfatizado Montero, entre gritos de «¡Sí se puede!» y «¡Hermana, yo sí te creo!», que coreaban cientos de mujeres, militantes de todos los territorios.

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