Moreno Bonilla acudirá este martes al 13º Congreso Regional de UGT Andalucía, siguiendo la línea de anteriores presidentes socialistas y representantes de la Junta de Andalucía. La agenda semanal del presidente andaluz señala que el dirigente del Partido Popular intervendrá en Granada, en el paraninfo de la Universidad de la provincia granadina, y ha realizado la convocatoria a los medios de comunicación a la 10.50.
Esta actuación resulta muy similar a la ya representada por Feijóo el pasado mes de noviembre. Por entonces, el líder nacional del Partido popular se convirtió en el primer líder del PP que participaba en un Congreso de UGT. En la cita, el representante Popular presumió de relación con Pepe Álvarez y pidió apoyo a los afiliados del sindicato para «desbloquear» ciertas iniciativas presentadas por el Partido Popular, como su ley de conciliación.
En este mismo sentido, el presidente andaluz reivindica con su asistencia al Congreso Regional de UGT su firme y estrecha colaboración con dicho sindicato. De manera reciente, y ante la exigencia de una pregunta formulada en pleno por el portavoz de VOX en Andalucía, Manuel Gavira, para que dejase de subvencionar al sindicato corrupto, Moreno Bonilla mostraba su apoyo a la actual dirección de UGT Andalucía a pesar de la condena por las facturas falsas. Una realidad que Moreno Bonilla entiende que sucedió «porque no había controles».
Moreno Bonilla ha afirmado en más de una ocasión que la corrupción que rodea el historial de UGT «es cosa del pasado». Así, señalaba en la misma sesión plenaria que «el actual responsable de UGT en Andalucía es una persona seria y responsable».
Todo este marco de declaraciones y actuaciones se han desarrollado a raíz de la aprobación por parte del Partido Popular andaluz de la Ley de Participación Institucional. Una ley andaluza que ha blindado las subvenciones a los sindicatos CCOO y UGT y la cual supone un abono trimestral a estos por su trabajo en Andalucía. Una institucionalización de los sindicatos que VOX recriminó de igual modo al dirigente popular y avisó de derogarla de inmediato para que Moreno Bonilla no actuase como «el número uno» de la corrupción sindical en Andalucía.