La presión migratoria en Baleares no da tregua. Este sábado, un total de 79 inmigrantes ilegales han sido localizados tras arribar en cuatro pateras a las islas de Cabrera y Formentera, en una nueva jornada marcada por la pasividad del Gobierno y la saturación de los servicios de vigilancia marítima.
Según ha confirmado la Delegación del Gobierno en Baleares, el primer rescate tuvo lugar a las 02:42 horas, cuando 23 personas de origen subsahariano fueron interceptadas a tres millas al sur de Cabrera. En la operación participaron Salvamento Marítimo y el Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil.
A la misma hora, otros 23 inmigrantes ilegales de origen magrebí fueron localizados en la carretera de Es Caló, en la isla de Formentera, por agentes de la Guardia Civil.
Cuatro pateras en pocas horas
Pocas horas después, en torno a las 09:15, se interceptó a 11 inmigrantes ilegles magrebíes en la zona de des Caló des Mort, también en Formentera. Y a las 10:10, otras 22 personas de origen subsahariano fueron rescatadas al sur de la isla, de nuevo por Guardia Civil y Salvamento Marítimo.
En total, cuatro pateras en apenas ocho horas, con una ruta migratoria que sigue consolidándose gracias a la impunidad y el efecto llamada que el Gobierno sigue alimentando con su política de brazos abiertos.
Ni una sola reacción por parte del Ministerio del Interior, ninguna medida para frenar la entrada ilegal, y ninguna deportación inmediata. Mientras tanto, los recursos de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo se ven obligados a dedicar sus medios a rescates constantes, en lugar de prevenir la entrada o actuar con firmeza frente a las mafias que operan en el Mediterráneo.
Baleares sigue siendo una puerta abierta a la inmigración ilegal, con operaciones sistemáticas durante la madrugada y sin ningún tipo de control efectivo. La situación, lejos de mejorar, se agrava con cada semana.