El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha pedido este miércoles un adelanto electoral con el objetivo de evitar que los escándalos de corrupción que salpican al Ejecutivo de Pedro Sánchez terminen perjudicando a los gobiernos autonómicos y locales del PSOE. En palabras del propio García-Page, la situación actual exige que los ciudadanos puedan pronunciarse cuanto antes sobre el rumbo de la política nacional, para que ese desgaste no se proyecte sobre el conjunto del partido en sus diferentes niveles institucionales.
Durante su intervención en el foro «Retos de la longevidad en Castilla-La Mancha», donde fue entrevistado por el periodista Fernando Ónega, el líder autonómico ha insistido en que el Partido Socialista atraviesa una crisis de confianza sin precedentes. A su juicio, desde el verano de 2023 el PSOE se encuentra atrapado en una encrucijada, sin alternativas claras: «Todas las puertas se cerraron, y solo quedó abierta la del maletero de Puigdemont», ha ironizado.
García-Page ha reconocido que en España se vive una coyuntura anómala, donde, pese a los buenos datos económicos, la crisis política no deja de agravarse. Según él, existe un sentimiento de frustración generalizada en la sociedad que tiene como principal destinatario al presidente del Gobierno. Por ello, considera que convocar elecciones generales antes de que continúe el deterioro político es una forma de proteger tanto al partido como a las instituciones autonómicas.
En su reflexión, el dirigente castellano-manchego ha hablado de un malestar soterrado entre los cuadros territoriales del PSOE: «Hay muchos responsables locales que, en silencio, esperan que el juicio ciudadano sobre la política nacional llegue antes de que afecte a los comicios autonómicos y municipales», ha expresado, defendiendo que separar los tiempos podría amortiguar el impacto negativo del contexto actual.
La petición de García-Page ha coincidido con la reaparición pública de Leire Díez, una antigua afiliada socialista implicada en una polémica tras la difusión de audios comprometedores. Díez, que recientemente abandonó formalmente el partido, compareció ante los medios para defender que sus grabaciones forman parte de una investigación periodística que realiza a título personal, y negó rotundamente haber actuado en nombre del PSOE o tener algún encargo oficial.
