Los agentes apuntan al Ministerio del Interior como el principal responsable y estudian presentar una denuncia.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en la provincia de Badajoz denuncia las condiciones en las que se encuentra el aseo (lavabo y retrete) de los funcionarios que vigilan el edificio perteneciente al Ministerio del Interior y que ahora está ocupado por varias familias en la barriada pacense de Suerte de Saavedra.
Los agentes recuerdan «la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos laborales». Esta es la norma legal que determina las garantías y responsabilidades para establecer un adecuado nivel de protección de la salud de los trabajadores frente a los riegos derivados de las condiciones de trabajo.
«El Real Decreto 486/1997 establece -añaden- las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, por lo que el empresario debe asegurar también el cumplimiento de los preceptos de carácter general contenidos en la Ley y Reglamentos citados».
Desde AUGC contemplan con «asombro» de qué manera, quienes están obligados a adoptar las medidas necesarias para que la utilización de los lugares de trabajo no originen riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores, «abandonan a los guardias civiles y dejan de cumplir con las disposiciones mínimas establecidas».
Los riesgos higiénicos a los que se enfrentan los que allí prestan servicio, denuncian, «se hacen especialmente gravosos cuando es una agente la que tiene que hacer uso del retrete existente, pues sólo disponen de uno». «Otra irregularidad más que se está cometiendo y que contraviene la Ley y Reglamento citados es la obligatoriedad de que los aseos y retretes estén separados para hombres y mujeres», añaden.
AUGC apunta al Ministerio del Interior como el principal responsable y, tras estudiarlo con los servicios jurídicos de la organización, se plantean la posibilidad de «presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo debido a las condiciones en las que se encuentran los agentes».
«La Guardia Civil ha dejado de prestar un servicio de limpieza y pone en riesgo la salud de sus trabajadores allí donde deben permanecer las patrullas asignadas a los cometidos referidos. Parece ser que poco importa dónde puedan realizar sus necesidades fisiológicas, nadie se ha molestado en inspeccionar la precariedad de los aseos. Invitamos a la delegada del Gobierno en Extremadura, y también a las autoridades locales, autonómicas y provinciales a visitar con celeridad ese espacio tan inhóspito que cada día se ven obligados a utilizar los agentes de la Benemérita», denuncian.
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