El PNV ha reforzado su poder en Euskadi y ha conseguido sumar mayoría absoluta con su socio, el PSE-EE, en unas elecciones en las que EH Bildu ha tenido un importante ascenso y Vox ha dado la sorpresa al lograr por primera vez un escaño en el Parlamento Vasco.
Una de las grandes incógnitas de estas elecciones era saber precisamente si esta jornada electoral celebrada en la llamada «nueva normalidad», en pleno verano, y con la pandemia de la covid-19 activa retraería a los electores, y así ha sido: la abstención ha alcanzado su máximo histórico, el 47 %.
Esto ha tenido su influencia en el número de votos que han perdido todos los partidos -incluido el PNV, que se ha dejado unos 50.000 votos-, salvo dos, EH Bildu y Vox. Pese a la baja participación, EH Bildu se ha alzado con 22 escaños y es el partido que gana más parlamentarios (4) y logra 20.000 votos adicionales.
Con estos resultados, todo hace pensar que PNV y PSE reeditarán su pacto con el que suman 41 de los 75 escaños de la Cámara vasca, pero no hay que olvidar que éste será el parlamento más nacionalista de la historia ya que PNV (31) y EH Bildu (22) arrasan con 53 parlamentarios.
La opción de una coalición de izquierdas (EH Bildu, con Podemos-IU y el PSE-EE), matemáticamente es posible ya que entre los tres suman los 38 escaños necesarios para tener la mayoría, pero se ve bastante lejana y ha sido descartada reiteradamente durante la campaña por la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia.
El PSE-EE ha conseguido sobrepasar a Podemos-IU y convertirse en la tercera fuerza con 10 escaños, solo uno más que hasta ahora, por lo que no cumple las expectativas de las encuestas e incluso obtiene en votos el peor resultado en unas autonómicas.
Y es que los 5 escaños que ha perdido Podemos no han ido a parar a los socialistas, sino que el trasvase ha beneficiado más a EH Bildu.
La crisis vivida en la formación que lidera Pablo Iglesias, con la elección de Miren Gorrotxategi como candidata a lehendakari, la dimisión de la dirección autonómica del partido, y la salida de Equo de la coalición -que ha conseguido 11.500 votos pero su candidato José Ramón Becerra se queda sin escaño- han podido influir en este resultado.
La formación morada se ha quedado con 71.000 votos cuando hace cuatro años sobrepasó los 157.000, unas elecciones en las que arañó votantes a EH Bildu, que en los comicios de hoy podría haber recuperado.
El segundo gran perdedor de estos comicios del coronavirus ha sido la coalición PP+Cs, que pasa de 9 a 5 representantes y pierde más de 60.000 votos teniendo en cuenta lo que obtuvieron ambos partidos por separado en 2016.
También en este caso la situación vivida tras la destitución de Alfonso Alonso como candidato, su posterior dimisión como presidente del PP vasco y el nombramiento de Carlos Iturgaiz por parte de Pablo Casado no ha funcionado y ha seguido restando apoyos a la derecha constitucionalista. De hecho, el líder de Ciudadanos en Euskadi, Luis Gordillo, que iba como número dos por Bizkaia, se ha quedado sin escaño.
Y la irrupción de Vox no ha sido la única causa. Vox ha dado la campanada al pasar de 771 votos en 2016, cuando solo se presentó por Álava, a 17.500, un salto que permitirá a su candidata alavesa, Amaya Martínez, exponer por primera vez sus postulados en la Cámara de Vitoria.
Pero esos 17.500 votos no explican los 40.000 que ha dejado de recibir el PP, a los que habría que añadir otros 21.00 que tuvo Ciudadanos hace cuatro años.
Ahora empiezan a correr los plazos y previsiblemente el Parlamento Vasco de la XII legislatura se constituirá el próximo mes de agosto, ya que el lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, ha manifestado en reiteradas ocasiones su interés por constituir un gobierno lo antes posible.
El PNV ofrece al resto de partidos colaborar para superar la crisis en 3 años
Ortuzar ha recordado que en los próximos tres años no hay prevista ninguna convocatoria electoral, lo que es una «oportunidad» para abrir un «nuevo ciclo con el único objetivo de superar la crisis, de salir fortalecidos sin dejar a nadie atrás» y con tres retos: el empleo, la cohesión social y el autogobierno.
«Necesitamos de todos para salir de esta situación sin dejar a nadie atrás», ha ratificado el candidato a la reelección como lehendakari, Iñigo Urkullu, el más aplaudido de la noche.
Urkullu, como en campaña, ha pedido un «trabajo en común» y ha apuntado que el empleo, la cohesión social y el autogobierno «van unidos».
«Manos a la obra, es un trabajo ingente», ha dicho antes de recalcar su voluntad de «dialogar para acordar y aunar fuerzas».
El candidato a repetir por tercer mandato en Ajuria Enea ha considerado que han sido unas elecciones «inéditas y difíciles» por la pandemia pero se han celebrado con «normalidad» y con todas las medidas de seguridad sanitaria.
Ortuzar ha reconocido que le hubiera gustado una mayor participación en los comicios (la abstención ha sido del 47 por ciento) pero ha aseverado que estas elecciones tienen «toda la validez y legitimidad».
«Respetamos la decisión» de los que han decidido no votar, ha manifestado Ortuzar, mientras que Urkullu ha agradecido a la sociedad vasca su participación en unos «momentos difíciles».
El lehendakari, que ha dicho que ha podido haber cometido errores en algunos momentos, ha considerado que «la sociedad vasca ha hablado y ha dado su confianza mayoritaria al PNV».
Urkullu ha comenzado su intervención con un recuerdo a las víctimas del coronavirus y a quienes han perdido su empleo en estas crisis y ha finalizado su intervención en euskera con un recuerdo también a Alberto Sololuce y Joaquín Beltrán, los trabajadores desaparecidos en el derrumbe del vertedero de Zaldibar.