El secretario de Transportes de los Estados Unidos, Sean Duffy, ha anunciado que el Gobierno de Donald Trump retira el respaldo público y los fondos destinados al proyecto del AVE a Texas que Renfe firmó en 2021. La decisión supone un duro revés para la compañía ferroviaria española, que había previsto unos ingresos de hasta 6.000 millones de dólares (aproximadamente 5.100 millones de euros) por su participación en esta iniciativa hasta 2042.
El Departamento de Transporte estadounidense justifica su retirada alegando que el coste total de la obra supera ya los 40.000 millones de dólares (más de 35.000 millones de euros), una cifra que consideran inviable y poco prudente desde el punto de vista financiero. «Si el capital privado cree realmente en este proyecto, debería continuar sin depender del dinero público ni de Amtrak», apuntó Duffy. Además, subrayó que su prioridad es garantizar la eficiencia del gasto y evitar riesgos innecesarios para el contribuyente.
Este giro en la postura de Washington coincide con la visita oficial del ministro de Economía, Comercio y Empresas, Carlos Cuerpo, a los Estados Unidos. En el marco de este viaje, el secretario del Tesoro norteamericano ha solicitado a España un mayor compromiso en el gasto en Defensa y la eliminación de la conocida como «tasa Google».
El ambicioso plan de tren de alta velocidad entre Houston y Dallas/Fort Worth pretendía conectar ambas ciudades —separadas por 386 kilómetros— en menos de 90 minutos. El proyecto contemplaba una parada intermedia en Brazos Valley y estaciones integradas con las redes viales, sistemas de transporte urbano y amplias zonas de aparcamiento.
La infraestructura fue impulsada inicialmente por Texas Central Partners LLC, una empresa privada que buscaba emular el modelo del Tokaido Shinkansen japonés, uno de los trenes más seguros y eficientes del planeta. El plan preveía la creación de 17.000 empleos directos durante la fase de construcción, otros 20.000 en industrias asociadas y más de 1.400 puestos fijos una vez en funcionamiento.
Viaje de Sánchez a China
El anuncio también se produce escasos días después del que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, viajase a China con el objetivo de fortalecer los lazos comerciales. Esta visita no sentó bien en el Ejecutivo norteamericano, que llegó a señalar que vincularse a esta dictadura comunista sería similar a «ponerse una soga en el cuello».