El líder de Junts y candidato a volver a presidir la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, está sopesando con su equipo de campaña presentarse en España el último día de la campaña electoral -viernes 10- y lanzar un órdago al PSOE. El catalán, fugado en el extranjero (en Waterloo) tras su fallido intento de golpe de Estado en 2017, sabe que la Ley de Amnistía encara su recta final de su tramitación en el Senado y cree que su aparición podría no tener consecuencias penales: «in dubio pro reo», recuerda.
Según ha adelantado el periódico digital OkDiario, desde su equipo más cercano confirman estar sopesándolo. Y es que sobre él sigue pesando una orden de detención en nuestro país, emitida por el Tribunal Supremo. La decisión dependerá de que su aparición suponga más ‘pros’ que ‘contras’ para el partido.
Entre los pros apuntan a un mayor protagonismo no sólo entre los suyos, los convencidos de Junts, sino en el caladero de votos del independentismo a menos de 48 horas de que se abran los colegios electorales de Cataluña. Sería un golpe de efecto frente a sus competidores, particularmente la ERC de Pere Aragonés. También sería entendido como un órdago a Pedro Sánchez, una forma de obligarle a elegir entre el Gobierno nacional o la Generalidad de Cataluña.
Sin embargo, un posible contra podría ser la actuación de la Justicia, ya que mantienen abierta una pieza separada por aquella sedición contra quienes se fugaron. Es decir, si entrase, las fuerzas de seguridad tendrían la obligación judicial de detenerle.
De momento, y desde el sur de Francia, el candidato separatista ha llamado este domingo al voto joven para evitar que se pierda la «cadena» de progreso generacional, que ve amenazada, y ha asegurado que preparará Cataluña para el futuro.
Ha alertado de que se puede perder la Cataluña de las oportunidades que construyeron la generación de sus padres y los padres de sus padres, y ha lamentado que muchos jóvenes con estudios superiores se vayan en busca de mejores salarios y reconocimiento.
