La ley del sólo sí es sí puede beneficiar a Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Esta ley, bandera legislativa del ministerio de Igualdad durante la anterior legislatura, puede ser la que termine ayudando a Rubiales tras el escándalo mediático generado por el beso que le brindó a Jenni Hermoso en la final del Mundial de fútbol femenino, celebrado en Sídney.
Fuentes judiciales de la Audiencia Nacional han asegurado que el supuesto delito de agresión sexual contra Luis Rubiales puede ser archivado. El juez sí estaría planteando mantener el de coacciones, pero al no ser este delito competencia de la Audiencia Nacional, el magistrado encargado del caso debería inhibirse en favor de un juzgado ordinario.
Las mismas fuentes aseguran que «se ha producido un error de tipo». En algunos delitos —especialmente en los que implican carácter sexual— la ausencia de consentimiento supone un factor determinante, pero no es el caso del juicio a Rubiales. Según todas las pruebas periciales, «Rubiales sí le pide el consentimiento a Jenni Hermoso». Y añaden: «Eso lo han confirmado los peritos en la prueba de lectura de labios realizada a petición de la defensa del investigado».
Precisamente por eso Rubiales está cerca de salvarse del delito de agresión sexual. Tal y como recoge la ley del sólo sí es sí, «será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, como responsable de agresión sexual, el que realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento». A lo que la norma del ministerio de Igualdad añade: «Sin embargo, se entenderá que existe consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona».
