Mientras la inflación subió un 1,8% en junio en relación al mes anterior y disparó su tasa interanual 1,5 puntos, hasta el 10,2 por ciento, su nivel más alto desde abril de 1985, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene una legión de más de 380 asesores, una cifra que se eleva a más de 800 si se cuenta todos los del Ejecutivo.
Según recoge Vozpópuli, en julio del pasado año se contabilizaban 370 asesores para La Moncloa, mientras que en enero de 2022 la cifra ascendió a 383.
Desde que Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno (y todavía más tras la coalición con Podemos), la nómina de cargos de confianza o asesores ha ido engordando de forma exponencial. Son puestos reservados para militantes o afines al PSOE (o a Podemos) que tienen la función de asesorar a los ministros, a los secretarios de Estado o al propio gabinete monclovita.
El pasado mes de abril, el propio Sánchez defendió el volumen de asesores que componen el Ejecutivo de coalición, así como la necesidad de mantener los 22 Ministerios, cinco de ellos dirigidos por ministros del bloque de Unidas Podemos, y afeó a la oposición que plantee un «debate superfluo».
Así lo trasladó en una entrevista al ser preguntado acerca de si el Ejecutivo se había planteado reducir el número de ministros en un momento de grave crisis económica y en el que se reclama esfuerzos y austeridad a los españoles.
Ya en octubre subrayó en un Pleno en el Congreso y ante las críticas de VOX, que denunció la existencia de «enchufados a su servicio», que se trataba de una partida «bastante contenida» y afirmó que la mayoría de las personas que ocupan esos puestos ya estaban allí cuando gobernaba el PP de Mariano Rajoy.
