El presidente de VOX, Santiago Abascal, ha viajado a Israel. Con el objetivo de transmitir su apoyo al Gobierno de Benjamín Netanyahu, Abascal se encuentra estos días en la región. Especialmente relevante después de las últimas acusaciones entre el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, próximo a las posiciones de Hamás, y el Ejecutivo israelí, el líder de VOX se ha desplazado hasta Israel.
Con esta visita oficial, tras la invitación de Likud, partido de Netanyahu y socio de VOX, ha crecido la expectación en torno a los aliados internacionales de la formación. Con un líder de la oposición desaparecido y un PP desnortado, Abascal ha transmitido al Gobierno de Israel el apoyo de los españoles.
En este viaje, Abascal ha aprovechado para visitar uno de los kibutz masacrados por los terroristas de Hamás el pasado 7 de octubre. Apenas a cuatro kilómetros de la frontera con la Franja de Gaza, al sur de Israel, el presidente de VOX ha podido conocer el kibutz Nir Oz, asentamiento destrozado en el que vivían aproximadamente 400 judíos hasta el día del ataque terrorista.
Durante su visita al kibutz, Abascal ha tenido que refugiarse junto a la delegación que lo acompañaba en un refugio antiaéreo. Concretamente, mientras paseaban acompañados por Fuerzas de Defensa israelíes han sonado las alarmas de un nuevo ataque, que finalmente no se ha producido.
La relevancia del viaje es evidente tras los encuentros. Precisamente se ha reunido con dos miembros del gabinete, con gran peso en el país hebreo: el ministro de la Diáspora y de la lucha contra el Antisemitismo, Amichai Chikli; y con Avi Dichter, ministro de Agricultura y miembro destacado del gabinete de Guerra conformado por Netanyahu. Ambos ministros han agradecido públicamente a Abascal y a VOX su apoyo constante frente a los terroristas de Hamás.
En los encuentros con miembros del Ejecutivo de Netanyahu, Abascal ha expuesto junto al eurodiputado Hermann Tertsch y el director de la Fundación Disenso, Jorge Martín Frías, «la vergüenza que la mayoría de españoles ha sentido» ante las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y «los aplausos» que «ha recibido del grupo terrorista Hamás».
Ante estas declaraciones, el ministro Amichai Chikli ha manifestado que «VOX se enfrenta a una campaña de deslegitimación constante». «No somos ajenos a ello, pero estamos convencidos que seguiremos trabajando juntos por la libertad de expresión, la libertad de pensamiento y todos los valores fundamentales de la civilización occidental», ha zanjado.
