El caso Negreira, también conocido como Barçagate, amenaza con sacudir los cimientos del fútbol español. Estamos ante el que es considerado ya como el mayor escándalo en la historia del deporte rey en España, después de desvelarse, en febrero pasado, que el FC Barcelona estuvo pagando durante 17 años (2001-2018) al entonces vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), José María Enríquez Negreira, por unos informes sobre supuesto asesoramiento arbitral a través de su empresa Dasnil 95 SL.
Unos informes, mal redactados, de apenas tres páginas y plagados de faltas de ortografía, que según la Fiscalía constituirían una tapadera porque en realidad se estaría ocultando algo mucho más grave: un sistema arbitral corrupto, con dinero pagado por el Barcelona, para que los colegiados se equivocaran a favor del conjunto azulgrana durante más de tres lustros, y así poder ver favorecidas sus carreras, en una época en la que los catalanes ganaron nueve ligas, seis Copas del Rey y ocho Supercopas de España. Títulos que, a día de hoy, están bajo la sombra de la sospecha mientras la Fiscalía Anticorrupción investiga este turbio asunto.
Entre 2001 y 2018 —bajo las presidencias de Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu—, el Barça abonó a Negreira un total de 7,3 millones de euros. La relación finalizó en verano de 2018, cuando Enríquez Negreira abandonó el CTA tras la llegada de Luis Rubiales a la presidencia de la Federación Española. Sin embargo, la investigación sólo se ciñe al período comprendido entre 2014 y 2018, debido a que los pagos anteriores, que también existieron, corresponderían a delitos que habrían prescrito.
En La Gaceta ofrecemos al lector una serie de claves para que entienda todos los entresijos del caso Negreira.
1 ¿Compró árbitros el Barcelona?
«El Barcelona no pagó siete millones de euros para que los árbitros le favorecieran. Da la sensación de que se intentó influir, como ha dicho Enríquez Negreira, pero eso no es comprar a los árbitros”, dijo el presidente de LaLiga, Javier Tebas, durante un acto celebrado en Barcelona el pasado jueves.
En realidad no hace falta comprar directamente a los árbitros —»tú si quieres comprar a un árbitro es tan fácil como darle un sobre en negro”, apuntó el exjugador del Barcelona Gerard Piqué—: aquí en realidad de lo que se trataría es de un sistema arbitral corrupto.
Durante su etapa como vicepresidente del CTA, Enríquez Negreira —conviene recordarlo, a sueldo del Barça durante 17 años— se encargaba de comunicar a los árbitros los ascensos y descensos.
Según la investigación, los colegiados que se equivocaran a favor del Barcelona verían favorecidas sus carreras al pitar más partidos y de mayor importancia (clásicos, derbis, finales de Copa, ascenso a categoría internacional…) con la consiguiente mejora de emolumentos: un árbitro de Primera División cobra un mínimo de 137.500 euros anuales, pero puede llegar a ser más del doble (300.000) si pita una serie de partidos. Así, el colegiado principal de un encuentro de LaLiga Santander se lleva actualmente un extra de 4.200 euros, mientras que estar en la sala VAR implica embolsarse 2.000 por partido.
2 ¿Quién es Enríquez Negreira?
El catalán José María Enríquez Negreira (Barcelona, 6 de septiembre de 1945) fue un árbitro que dirigió partidos de Primera División durante 13 temporadas (1979-1992). En 1994, dos años después de su retirada, Victoriano Sánchez Arminio le incorporó al Comité Técnico de Árbitros, donde estuvo de manera ininterrumpida hasta el final de la temporada 2017/18. Pese a su cargo de vicepresidente, desempeñaba labores más institucionales que ejecutivas.
De forma paralela, en agosto de 1995, Enríquez Negreira funda la empresa Dasnil 95 SL, que fue la destinataria de los pagos del Barcelona por valor de 7,3 millones. Dasnil 95 SL se dedicó inicialmente al comercio mayorista de productos alimentarios, pero en el año 2000 cambió su objeto social: servicios de publicidad para empresas, promociones, y objetos de regalo, impresión de textos y realización de vídeos deportivos para su comercialización. El 19 de noviembre de 2004 nombró como administrador único de Dasnil 95 SL a su hijo, Javier Enríquez Romero, que ocupa el cargo hasta el 18 de febrero de 2019, pese a que Enríquez Negreira sigue poseyendo la propiedad de la sociedad.
Desde su salida del CTA en 2018, Negreira no ha vuelto a desempeñar un cargo público y sus únicos movimientos reconocidos han sido las comunicaciones con el FC Barcelona y la Federación reclamando un cargo. Hace unas semanas alegó ante los juzgados que sufre un «principio de Alzheimer» que le impide recordar algunas de las cláusulas de su vínculo con el Barça.
3 ¿Cuándo surge el escándalo?
El pasado 15 de febrero, la Cadena SER adelantó que la fiscalía de Barcelona investiga por corrupción entre particulares a Dasnil 95 SL, tras comprobarse cómo el FC Barcelona pagó 1,4 millones de euros a la empresa de Negreira entre los años 2016 y 2018, con el siguiente desglose de pagos: 532.728,02 euros en el año 2016; 541.752 euros en 2017 y 318.200 euros en 2018.
Sin embargo, rápidamente se empezó a pensar que los pagos del Barça a Dasnil 95 SL podrían haber empezado mucho antes, después de que el expresidente azulgrana Josep Maria Bartomeu asegurase que se había puesto fin a dichos pagos por una política de recorte de gastos y que los informes ya existían por lo menos en 2003, cuando él llegó al club como directivo de Joan Laporta, y que se pagaron de manera continuada hasta 2018.
La investigación de estos hechos presuntamente delictivos tiene su origen en julio de 2019, aunque el caso no ha salido a la luz hasta casi cuatro años después. Entonces la Agencia Tributaria inició una inspección al FC Barcelona por el Impuesto de Sociedades de los ejercicios 2015, 2016, 2017 y 2018 y del Impuesto sobre el Valor Añadido de 2015, 2016 y 2017, por los pagos efectuados en relación a las facturas giradas por las empresas vinculadas a Enríquez Negreira.
4 ¿En qué situación judicial se encuentra el caso?
El pasado 14 de marzo, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, acordó que la Fiscalía Anticorrupción asumiera la investigación del caso Negreira debido a su «complejidad», «relevancia» y «repercusión pública».
La juez del caso es la magistrada Silvia López Mejía, que sufrió un robo en su domicilio de Barcelona —los ladrones se llevaron joyas, dinero y otros enseres— después de ordenar a la Guardia Civil que investigara los pago del Barça a Enríquez Negreira y después de que la Fiscalía denunciara al club el pasado viernes 10 de marzo. La denuncia fue admitida a trámite cinco días después.
Todos los clubes de LaLiga, salvo el Real Madrid y el FC Barcelona —éste por motivos obvios—, se personaron en la acusación particular contra el Barça por el caso Negreira. El club blanco se mantuvo incluso en silencio, pero el pasado 12 de marzo también decidió personarse en el caso, dos días después de conocerse la denuncia de la Fiscalía contra la entidad barcelonista. También la Real Federación Española de Fútbol y el propio Enríquez Negreira han decidido personarse en el caso días después.
5 ¿Quiénes son los denunciados?
La Fiscalía dirige su denuncia contra cinco personas físicas: Enríquez Negreira, los expresidentes del Barcelona Sandro Rosell (junio de 2010 – enero de 2014) y Josep Maria Bartomeu (febrero de 2014 – octubre de 2020) y los exdirectivos Óscar Grau y Albert Soler (este último también fue secretario de Estado para el Deporte durante seis meses, entre abril y octubre de 2011).
La denuncia de la Fiscalía también se dirige contra cuatro personas jurídicas: FC Barcelona, Dasnil 95 SL, Nilsad S.C.P. (sociedad constituida en 2005, el 95% de las participaciones eran de Enríquez Negreira y el 5% restante de su hijo) y Soccercam S.L. (constituida en 2002 por Javier Enríquez Romero y su esposa, supuestamente se dedicaba a ofrecer asesoramiento deportivo de coaching y a elaborar informes arbitrales para equipos de fútbol).
Pese a no haber sido denunciados, la Fiscalía también recoge la actividad de Javier Enríquez Romero y de Josep Contreras Arjona, que fue directivo del Barça y falleció en 2022.
6 ¿Cuáles son los delitos?
En la denuncia se recogen los delitos de corrupción continuada entre particulares en el ámbito deportivo (la pena prevista es de seis meses a cuatro años de prisión, inhabilitación y multa), administración desleal (de seis meses a tres años de cárcel) y falsedad en documento mercantil (de seis meses a tres años).
Llama especialmente la atención el delito de corrupción continuada entre particulares en el ámbito deportivo, un precepto del Código Penal que es aplicable a ejecutivos de una entidad deportiva, así como a los deportistas y árbitros o jueces en conductas cuya finalidad sea predeterminar o alterar «de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición» de «especial relevancia económica o deportiva».
En España la primera sentencia relativa a corrupción en el deporte fue dictada en abril de 2020, sobre el llamado caso Osasuna, relacionado con el amaño de un partido ante el Betis en 2014, aunque muchos años antes, en 2006, encontramos un precedente en Italia, donde la Juventus de Turín descendió a segunda división y fue desposeída de dos scudettos (2005 y 2006) por un caso de amaño de partidos conocido como Calciopoli o Moggigate.
7 ¿Cuáles pueden ser los castigos?
Mucho se ha hablado de un posible descenso del Barcelona a segunda división, pero con la Ley del Deporte en la mano ya nada se puede hacer, al menos a nivel deportivo, porque las infracciones muy graves prescriben a los tres años, tal y como se recoge el artículo 112 que recoge los plazos de prescripción de las infracciones. Un apartado que no se modificó con la aprobación de la nueva ley en el Congreso en diciembre pasado.
Otra cosa es si la UEFA decide intervenir en el asunto —se habla de la posibilidad de que el Barcelona sea expulsado de las competiciones europeas durante varias temporadas— y también desde un punto de vista penal en España, pues al club, como persona jurídica, se le imputa el delito de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo.
El gran dolor de cabeza del Barça es el artículo 33.7 del Código Penal, que marca las siguientes penas:
– Disolución de la persona jurídica.
– Suspensión de sus actividades por un plazo que no podrá exceder de cinco años.
– Clausura de sus locales y establecimientos por un plazo que no podrá exceder de cinco años.
– Prohibición de realizar en el futuro las actividades en cuyo ejercicio se haya cometido, favorecido o encubierto el delito. Esta prohibición podrá ser temporal o definitiva. Si fuese temporal, el plazo no podrá exceder de 15 años.
– Inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, para contratar con el sector público y para gozar de beneficios e incentivos fiscales o de la Seguridad Social, por un plazo que no podrá exceder de 15 años.
– Intervención judicial para salvaguardar los derechos de los trabajadores o de los acreedores por el tiempo que se estime necesario, que no podrá exceder de cinco años.
Desgranamos también cada uno de los casos de las cinco personas físicas que están denunciadas:
José María Enríquez Negreira: se le atribuye un delito continuado de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo y otro continuado de falsedad en documento mercantil. Hasta 7 años de prisión.
Josep Maria Bartomeu: los mismos que a Negreira. Se le atribuye el delito de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, falsedad y administración desleal. Hasta 10 años de prisión.
Sandro Rosell: la acusación le atribuye corrupción entre particulares en el ámbito deportivo y administración desleal. Hasta 7 años de prisión.
Óscar Grau: corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad documental. Hasta 10 años de prisión.
Albert Soler: corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad documental. Hasta 10 años de prisión.