«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Tras las ‘puertas abiertas’ la UE pide ahora reducir la inmigración ilegal

Imagen del Parlamento de la UE

Disminuir «los incentivos para la inmigración ilegal» mediante retornos «efectivos»

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) han instado a consolidar el enfoque de los países y las instituciones europeas sobre el control «total» de las fronteras comunitarias externas al considerar que «está dando resultados». En las conclusiones sobre inmigración de la cumbre europea que se celebrada los pasados jueves y viernes en Bruselas, los Veintiocho señalaron que se están reduciendo los flujos migratorios y el número de muertes en el mar.
En ese contexto, pidieron disminuir «los incentivos para la inmigración ilegal» mediante retornos «efectivos». Apoyaron, en particular, reforzar la Agencia Europea de Fronteras y Costas para que pueda desempeñar una labor «cada vez mayor» a la hora de organizar las devoluciones.
También abogaron por aplicar acuerdos voluntarios de reasentamiento de refugiados y mostrar un «compromiso completo» en la cooperación con Turquía en materia migratoria y apoyo a los Balcanes occidentales. Sobre el Mediterráneo central, los países reconocieron «la importante contribución» de Italia y pidieron apoyo para los Estados miembros con el objetivo de reducir los flujos, aumentar las devoluciones de inmigrantes y cooperar con los países de origen, tránsito y salida.
La UE hizo hincapié en la importancia de trabajar con las autoridades libias y los países vecinos para mejorar la capacidad de gestionar las fronteras y se comprometió a asegurar una financiación «suficiente y dirigida» para afrontar las acciones necesarias en el norte de África. En ese sentido, encargó al Consejo Europeo, con la asistencia de la Comisión Europea, realizar un seguimiento operacional «inmediato» de modo que se pueda garantizar el cumplimiento de ese compromiso antes de la cumbre europea de diciembre de este año.
«Tenemos una oportunidad real de cerrar la ruta del Mediterráneo central. Por eso decidimos que los Estados miembros proporcionen suficiente financiación para la ventana del Norte de África dentro del Fondo Fiduciario para África, mientras la Comisión asegura que este dinero se destina a frenar la inmigración ilegal», declaró el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, durante una rueda de prensa.
En cuanto a la ruta del Mediterráneo occidental, en la que se encuentra España, y la oriental, los líderes pidieron monitorizar con atención la situación, tras los recientes incrementos en los flujos migratorios.
Los Veintiocho reiteraron, por otro lado, su compromiso con el espacio de libre circulación Schengen, y expresaron su deseo de volver a él lo antes posible, «tomando en plena consideración a la vez los intereses de seguridad proporcionados de los Estados miembros».
Ello implicaría poner fin a los actuales controles en las fronteras internas, que aplican Francia, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega, todos ellos (salvo Francia) tras la crisis migratoria de 2015 y París por motivos de seguridad, tras sufrir varios atentados.
Por último, valoraron el progreso logrado en la reforma del sistema de asilo común y pidieron una mayor «convergencia», que permita lograr un acuerdo que garantice «el buen equilibrio entre responsabilidad y solidaridad». Precisaron que los jefes de Estado y de Gobierno volverán a tratar esa cuestión en su reunión de diciembre con la idea de alcanzar un consenso durante la primera mitad de 2018.

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