El grupo municipal de VOX en el Ayuntamiento de Madrid solicitó, el pasado mes de enero, un informe externo a un ingeniero industrial y perito judicial para elaborar un informe detallado en el que se valorara la calidad del aire de la capital y, asimismo, analizar si las medidas aplicadas por la ordenanza que entró el vigor en el 2021 son apropiadas. El periodo de años analizados comprende desde el 2020 hasta el 2022.
Sin duda, las conclusiones son claras. El perito ha determinado que «la calidad del aire en Madrid es buena». De hecho, «la situación de la contaminación, tal y como recoge este informe tiene una tendencia de mejora ya que ésta se sitúa por debajo de los 40 (µgr/m3) de NO2″.
Asimismo, ha destacado que «las modificaciones y restricciones que se han impuesto sobre el tráfico rodado no han generado ninguna mejora relevante en la calidad del aire». De hecho, ha puntualizado que «la tendencia a la baja de los contaminantes se mantiene en un descenso lineal en un periodo de 10 años». Por tanto, cabe destacar que «la entrada en vigor de las restricciones no supone ninguna modificación de la tendencia mencionada, pudiéndose asegurar que su impacto ha sido muy leve».
También, en el informe se ha explicado que «los datos incluidos en la MAIN, que han servido de justificación para las medidas que contiene la ordenanza, no son representativos de la situación habitual de contaminación que impactan sobre las estaciones de medición». Es más, «las restricciones aplicadas no han generado un cambio drástico en la mejora de la calidad del aire (ya era buena) y los vehículos cada vez tienen más controles anticontaminación».
Del estudio realizado se ha concluido, además, que «el sistema de medición actual debe complementarse mediante un estudio que con criterios técnicos objetivos definan el número de estaciones, ubicación fija / móvil, de tal manera que permita el análisis en tiempo real de los contaminantes: movimiento, concentración, origen, etc. Además, es aconsejable introducir un sistema de dato inmutable mediante uso de DLT». Este perito no quiere dejar de reflejar que «la interpretación del Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, con respecto a los óxidos de nitrógeno (NOX), no es clara y por tanto permite subjetividad».
Una subjetividad que el experto ha recalcado diciendo que «la Ordenanza de movilidad basa sus acciones y decisiones en el contaminante dióxido de carbono (NO2), sin embargo, los factores medioambientales y multiplicidad de contaminantes y sus interrelaciones, son de alta complejidad y se interrelacionan entre ellos, con lo que cualquier simplificación sesga la información completa y la toma de decisiones al respecto».
Toma de decisiones
Por tanto, para el experto «la medición de NO2 debe reevaluarse mediante un estudio mucho más amplio, para tener unas ubicaciones en estaciones que proporcionen una información más cercana a la realidad en tiempo real y permitan obtener conclusiones con más información. Donde se distinga claramente entre puntos de control cercanos a tráfico y puntos de control de zonas habitables. No resulta técnicamente asumible en un proceso de toma de decisiones, en este caso una Ordenanza de movilidad que impacta a todos los ciudadanos, utilizar como justificación un dato individual y eventual cuando además es un «atípico», máxime cuando es el único que supera los límites fijados por la normativa en toda la ciudad».
En definitiva, el estudio concluye que «deben presentarse alternativas en base a estudios más profundos, objetivos y con base técnica, que además tomen en consideración la tendencia descendente de contaminantes, los fenómenos puntuales de inversión por subsidencia, y que ponderen adecuadamente (usando la mediana) los datos de las estaciones meteorológicas».
Es más, el experto ha destacado que «Madrid tiene una calidad del aire muy buena dentro de las capitales europeas».
