«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
por ocupar el espacio en que estaba su puesto de venta ambulante

Un mantero senegalés apuñala en la cabeza y en el tórax a un trabajador de la limpieza en Cambrils

El mantero herido.

Un trabajador municipal de la limpieza ha resultado gravemente herido este lunes tras ser apuñalado en la cabeza y en el tórax por un mantero en Cambrils (Tarragona). El agresor, de origen senegalés, fue detenido por la Policía Local poco después de las nueve de la mañana en la avenida de la Diputación, lugar donde se produjo el ataque.

Según fuentes policiales, el empleado de la empresa concesionaria Secomsa se encontraba realizando labores de limpieza con una máquina sopladora en la vía pública. Varios testigos relataron que la presencia del trabajador habría incomodado al mantero, quien ocupaba ese espacio con su puesto de venta ambulante ilegal.

Fue entonces cuando el agresor reaccionó con extrema violencia, sacó un cuchillo y atacó al operario, hiriéndolo en la cabeza y el tórax. La víctima fue atendida por los servicios de emergencia, mientras que el mantero fue arrestado y puesto a disposición policial.

Este grave incidente se produce tan sólo unos días después de los disturbios protagonizados por decenas de manteros senegaleses en el municipio vecino de Salou. El pasado jueves, una treintena de vendedores ilegales bloqueó la avenida marítima durante más de tres horas en protesta por una operación de la Guardia Civil contra las mafias de falsificación.

La actuación policial, que incluyó registros en dos almacenes donde se almacenaba material falsificado, desembocó en enfrentamientos. Los manteros lanzaron objetos contra los Mossos d’Esquadra y levantaron barricadas con mobiliario urbano. Sólo accedieron a retirarse tras una negociación con la Policía Local y los Mossos, en la que obtuvieron el compromiso del Ayuntamiento de Salou de sentarse a dialogar para «buscar una solución» que les permita seguir vendiendo en la vía pública.

Mientras se suceden los episodios violentos y los altercados, algunos consistorios catalanes optan por sentarse a negociar con quienes incumplen la ley en plena calle.

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