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acaba de entrar en prisión con una pena de un año y seis meses

Un preso por maltrato se registra como mujer en Oviedo para beneficiarse de la ley trans

Activistas trans. Europa Press

La abogada de una mujer agredida por su marido ha dado la voz de alarma sobre lo que puede ser un fraude de ley al amparo de la ley trans.

Un maltratador, que acaba de entrar en el Centro Penitenciario de Asturias con una pena de un año y seis meses se ha registrado como transexual en Oviedo para intentar eludir la ley.

Sara González Melcón, abogada de R.M., la mujer agredida y madre de dos hijos, de 7 y 8 años, pidió la suspensión cautelar del ejercicio de la patria potestad del agresor cuando éste decidió acudir al registro de Oviedo el 30 de enero de 2023 para declararse mujer. Ahora, tras producirse el ingreso en prisión del maltratador la semana pasada y ver denegada la suspensión cautelar del ejercicio de la patria potestad y la del régimen de visitas, la letrada ha calificado la situación de «riesgo extremo» para la seguridad de los niños.

Este caso de cambio de sexo tiene un sinfín de peculiaridades que invitan a pensar que el condenado ha tratado siempre de obtener ventajas, en lo que podría ser un fraude de ley. José María —así se llamaba el condenado— se registró en 2023 como María José cuando ya estaba condenado desde diciembre de 2020 por un acto violento en el piso familiar ocurrido el 27 de mayo de 2019, al amenazar a la que era entonces su mujer con un cuchillo de 20 centímetros. El agresor tenía antecedentes por violencia machista con parejas anteriores. El condenado, ya separado, se ha vuelto a casar. Tras el recorrido judicial de los recursos planteados, María José (antes José María) ingresó en prisión el pasado 22 de abril «con barba de varios días». Lo hizo en el módulo mixto de la cárcel de Asturias.

Tras unas semanas en las que el juzgado de violencia de género y el de familia se pasaron la pelota por las dudas de cuál de ellos debía hacerse cargo del caso, ha sido el primero el que denegó las medidas cautelares solicitadas por la abogada de la agredida, por lo que el padre podrá reanudar el régimen de visitas establecido en cuanto obtenga el tercer grado y quede en libertad condicional. «Se trata de un cambio de sexo instrumental que sólo busca conseguir beneficios jurídicos en perjuicio del interés supremo de los menores», alerta desde el diario El Comercio González Melcón, abogada de la madre de los menores.

En términos muy similares, la representante de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA), Nerea Sologaistua, considera «sangrante» que un hombre «trate de obtener ventajas» en el ámbito de la violencia machista cambiándose de sexo. «Tras el cambio de sexo, y ante nuevos hechos de violencia, las penas son inferiores porque ya no se trata de violencia de género, sino doméstica». Y a ello suma «el estigma de que tus asuntos los vea un juzgado de violencia sobre la mujer y no otro», explica.

Con este estado de cosas, el agresor no ingresó en la prisión asturiana en el módulo de hombres. María José, en el momento de entrar en la cárcel, tenía barba «de varios días» y entró en el módulo de enfermería, que es mixto, según han reconocido fuentes penitenciarias.

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