Cientos de inmigrantes marroquíes han tratado de acceder a la península esta mañana aprovechando la niebla de la madrugada —que dificulta la visibilidad de las cámaras de seguridad perimetrales— para no ser interceptados a su llegada. Según ha adelantado el diario Ceutaahora, se calcula que en torno a 200 han sido capturados para proceder con su devolución. Sin embargo, más de una decena de los que han conseguido saltar la valla son menores de edad, por lo que su expulsión es ilegal y se quedarán en España.
La Guardia Civil, con todos sus efectivos disponibles y el servicio marítimo desplegado, se encargó de patrullar las aguas cercanas a la frontera. Estos menores son trasladados en furgonetas a los centros gestionados por la Ciudad Autónoma, que ya acoge cerca de 450 menas (menores extranjeros no acompañados) tras esta nueva oleada masiva.
Los menas marroquíes están repartidos en diversos centros de acogida, entre ellos el Centro de Realojo Temporal ‘La Esperanza’, una nave adaptada en el Polígono del Tarajal, la zona de Piniers, y otras instalaciones gestionadas por la Asociación Engloba, una organización «sin ánimo de lucro» dedicada a trabajar con colectivos en situación de vulnerabilidad. A pesar de todos estos esfuerzos y el gasto millonario de distintas instituciones, la situación sigue siendo insostenible, ya que el número de menores acogidos ha aumentado exponencialmente, multiplicándose por seis en comparación con las cifras de 2023.