«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Los toros de Victoriano del Río cumplen los pronósticos: encierro rápido y limpio

Los toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río han cumplido las espectativas con las que se les esperaba en el sexto encierro de los sanfermines de este año al realizar una carrera limpia y rápida, con un tiempo similar al registro que hicieron en 2016.
Con las ocho campanadas del reloj de San Cernin, el cohete ha explotado puntual en el cielo pamplonés y ha espoleado la salida del grupo desde los corrales de Santo Domingo, encabezado por los cabestros y con los toros agrupados.
Cerrada y compacta se ha encontrado la manada con los primeros mozos, que no han sufrido incidencias más allá de las caídas y golpes por la velocidad y el intento de acompañar a unos bravos que han avanzado sin fijarse.
Ya en la plaza consistorial, los vallados repletos de corredores han causado un pequeño montón que, afortunadamente, no ha tenido mayores incidencias aunque alguno de los mansos se ha visto obligado a saltar sobre los mozos.
También en Mercaderes ha primado la nobleza de los de Victoriano del Río, que han doblado perfectamente la curva que une este tramo con la calle Estafeta, sin caerse ni golpearse entre ellos pese a su veloz paso.
En este punto es donde los toros han tomado las riendas del encierro al ponerse ya en cabeza varios de los astados, que han superado en velocidad a los entrenados cabestros, con dificultades para seguirles.
De esta manera, y acelerando por el centro de la famosa calle, la manada se ha ido partiendo pero sin perderse de vista entre los bravos, que han llegado a Telefónica encabezada por un toro negro, seguida por otros dos hermanos, más uno colorado y cerrada por el último bravo negro.
La velocidad imprimida especialmente en este último tramo se ha traducido en un mayor parte de heridos, ya que cuatro de los seis trasladados a centros hospitalarios procedían de los puestos sanitarios instalados al final de la Estafeta y antes de la plaza de toros.
De esta manera, estirada pero agrupada, ha entrado la torada al coso, donde pese a fijarse en uno de los laterales repleto de mozos, han entrado sin problemas a chiqueros en dos minutos y dieciséis segundos.
A pesar de la velocidad hoy de los toros de Victoriano, el de esta mañana ha sido cinco segundos más lento que en 2016, cuando el registro fue de dos minutos y once segundos.
El récord de velocidad en los sanfermines de este año lo ostentan, hasta el momento, los toros de Jandilla, que ayer hicieron la carrera en dos minutos y doce segundos.

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