«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
aboga por más competencias para cataluña

Zapatero apuesta por acuerdos entre PSOE y PP, y justifica las cesiones del Gobierno ante Puigdemont

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Eduardo Sanz

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en plena gira de promoción de su nuevo libro La solución pacífica (Penguin), ha concedido una entrevista a La Razón en la que ha defendido posibles acuerdos entre el PSOE y el PP.

«Tengo esperanza en que haya un acuerdo sobre los aranceles y en que la irrupción de Donald Trump en la escena internacional lleve al PP a estar más dispuesto a negociar, sobre todo en los temas económicos«, ha afirmado el expresidente, abriendo la puerta a entendimientos con los populares. Eso sí, exigiendo que el PP se distancie de VOX, fiel al discurso que Moncloa impone desde hace años a sus altavoces mediáticos y orgánicos.

Zapatero, uno de los principales artífices del blanqueamiento del chavismo y del separatismo catalán, asegura que «el Gobierno también debe hacer el esfuerzo oportuno para favorecer acuerdos con el PP«, al tiempo que justifica el apoyo parlamentario de Puigdemont como parte de «un proceso para ganar confianza». El mismo proceso que ha desembocado en una amnistía inconstitucional y en cesiones constantes al separatismo.

Pese a su discurso sobre la necesidad de pactos, Zapatero defiende sin matices la estrategia del PSOE de sostenerse en el poder a cualquier precio, asegurando que «lo lógico es fortalecer esa mayoría de investidura», en referencia a la alianza con golpistas, proetarras e izquierdistas. En sus palabras, «Puigdemont está preocupado por consolidar su partido y justificar el apoyo al PSOE», lo cual, lejos de preocuparle, le parece una maniobra legítima y necesaria para «avanzar hacia un mayor autogobierno».

El expresidente insiste también en su rechazo a un referéndum separatista, no por principios, sino porque «divide» y genera revancha. En su lugar, aboga por más competencias para Cataluña, incluso en inmigración, y por una Europa donde se hable catalán.

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