«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
lancaster, monroe, cambria y york

Cuatro condados de Pensilvania investigan un incremento repentino en la solicitud de votos

Elecciones en Estados Unidos. Ron Adar

Cuatro condados de Pensilvania están realizando investigaciones exhaustivas tras detectar un notable aumento de solicitudes de registro de votantes y de votos por correo que parecen fraudulentas.

En el condado de Lancaster, los funcionarios recibieron cerca de 2.500 solicitudes de inscripción en dos grandes lotes. Al revisarlas, los empleados electorales advirtieron patrones extraños, como solicitudes con la misma letra, fechas idénticas y otras irregularidades. Heather Adams, fiscal de distrito de Lancaster, comentó a The Federalist que, tras una revisión inicial, el 60% de estas solicitudes mostraron indicios de ser falsificadas, lo que sugiere una posible operación organizada y de gran escala.

Un caso similar se reportó en el condado de Monroe, donde el personal de la Junta Electoral halló unas 30 solicitudes que mostraban señales de posible manipulación. Estos formularios fueron apartados y el asunto se ha puesto en manos de la fiscalía del condado, que continuará las investigaciones y emitirá actualizaciones sobre el progreso del caso.

El condado de York, por su parte, también está revisando numerosas solicitudes de registro y papeletas de voto por correo que llegaron en cantidades sospechosamente altas. Gregory Monskie, secretario principal del condado, señaló que esta situación es inusual: «Cuando alguien entrega varios miles de documentos a la vez, eso llama la atención«. Aunque algunas solicitudes parecen legítimas, el volumen ha llevado a las autoridades a proceder con cautela.

Por otro lado, en el condado de Cambria se desarrolló una pesquisa similar a comienzos de mes. Los investigadores de la oficina del fiscal de distrito identificaron al menos 21 registros de votantes fraudulentos, caracterizados también por tener la misma caligrafía y fechas repetidas en varios formularios. En algunos casos, las direcciones de los solicitantes correspondían a terrenos baldíos o a residencias cuyos ocupantes afirmaron no haber presentado esas solicitudes de registro.

Las autoridades en todos estos condados están alerta y dispuestas a profundizar las investigaciones si se confirman indicios adicionales de fraude.

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