«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
El debate se celebrará esta madrugada

Debate en EEUU: Trump busca dejar en evidencia a Biden en la nada imparcial CNN

Trump y Biden vuelven a arrasar en las primarias de Ohio, Illinois, Kansas y Arizona. Europa Press.
Donald Trump y Joe Biden. Europa Press

Imagino a la campaña de Donald Trump con el «corazón partío» sobre el debate de esta noche. Por un lado, quedar bien ante el vegetal humano en el que se ha convertido Joe Biden, dejar en evidencia a un anciano evidentemente senil, que farfulla incoherencias, saluda a amigos invisibles y se queda en blanco como un ordenador obsoleto debería ser un paseo militar para un Trump que abarrota estadios y reacciona con agilidad verbal a las situaciones imprevistas.

Por otro, Trump debe entrar en este debate sintiéndose como Daniel en la jaula de los leones. Porque cualquier intento de fingir que está en campo neutral es un chiste macabro. Es la CNN, por el amor de Dios, en sus estudios de Atlanta, probablemente la cadena que más «fake news» ha inventado contra Trump antes, durante y después de su mandato, desde la «trama rusa» a las más sesgadas conspiranoias sobre la instalación de una tiranía fascista sin gana el neoyorquino… y tampoco es que Trump haya sido especialmente amable con CNN, a la que ha llamado de todo menos bonito.

El debate, que durará 90 minutos con dos pausas publicitarias, será «moderado» (o inmoderado, si existe el verbo) por dos estrellas de la cadena, Jake Tapper y Dana Bash.

Tapper. Es como si pusieran a Putin a moderar un debate de Zelensky. Tapper reaccionó a la victoria de Biden de 2020 calificando el mandato de Trump una era de mentiras, crueldad y falta de humanidad. «Para millones de norteamericanos —sentenció en su momento— la larga pesadilla nacional ha terminado». ¿A alguien se le ocurre que este tipo pueda ser imparcial?

La propia cadena, que se deshizo de la mayoría de sus presentadores de la era Trump para rehabilitar su imagen, hizo de las comparaciones entre Trump y Hitler un tema frecuente de discusión después de que el ex presidente sugiriera que la inundación de inmigrantes ilegales en los Estados Unidos está «envenenando la sangre de nuestro país». «Si abres un ejemplar del Mein Kampf de Hitler, verás que el líder nazi describe la mezcla de alemanes y no alemanes como envenenamiento. El judío, escribió Hitler, cito, ‘envenena la sangre de otros'», dijo Tapper el pasado 19 de diciembre.

Todo el mundo, absolutamente todo el mundo da por hecho que la cadena empleará todos los trucos del libro para dejar a Biden —que irá más dopado que Armstrong en sus mejores tiempos— tan bien como sea y para presentar a Trump bajo la peor luz: interrupciones, preguntas hostiles, juegos de iluminación y perspectiva de cámaras…

Oh, no les he contado: habrá «verificación de datos» en tiempo real. Eso es la guinda, porque todo el mundo sabe de quién dependen todas las agencias de verificación de datos, como la Fiscalía en España: del poder. Pero Trump sabe exactamente lo que se hace, porque conoce mejor que nadie que el debate tendrá más trampas que una película de chinos. Cuenta, precisamente, con la histeria izquierdista que ha desatado su mera aceptación, y con que el comentariado progre se traicione en su reacción, como suele.

Cada vez que los periodistas despliegan su parcialidad es un punto para Trump y su aserto de que los medios son los enemigos del pueblo. Le brinda la plataforma perfecta para resaltar los prejuicios descarados y las noticias falsas que nuestros medios han estado vendiendo durante décadas. 

.
Fondo newsletter