El exnuncio en los Estados Unidos y arzobispo excomulgado Carlo Maria Viganò ha emitido una carta abierta dirigida a los fieles católicos de ese país en la que enfatiza la responsabilidad moral que, en su opinión, los creyentes tienen en las próximas elecciones presidenciales. Según Viganò, no se trata únicamente de una competición entre candidatos, sino de una verdadera decisión entre libertad y opresión.
En su mensaje, Viganò describe la candidatura de Donald Trump como la única opción para preservar los valores tradicionales y las libertades fundamentales, entre ellas la libertad religiosa. A pesar de los errores pasados de Trump en el cargo, el ex nuncio considera que su candidatura apunta al bien común. En contraposición, Viganò acusa al partido demócrata de promover ideas y políticas que, a su juicio, contradicen la doctrina y los valores de la Iglesia Católica, refiriéndose en especial a la candidatura de Kamala Harris.
La carta también pinta un panorama crítico de la situación actual en los Estados Unidos. Viganò describe el estado del país como un escenario de deterioro y asegura que las ciudades han pasado a ser «espacios invadidos por el crimen», mientras que las escuelas son, según él, centros de «adoctrinamiento y corrupción». Acusa además a corporaciones multinacionales de controlar el sistema de salud y de imponer restricciones que, afirma, forman parte de un plan de «geoingeniería» con el fin de dominar a la población.
Viganò también carga contra la actual administración Biden-Harris, asegurando que el poder real no reside en la Casa Blanca, sino en un «Estado profundo» que manipula el país. Describe a la administración como una «marioneta en manos de intereses oscuros» y apunta que la agenda globalista se está impulsando con nombres como George Soros, Bill Gates y Barack Obama, quienes, en su opinión, buscan imponer una «dictadura anticristiana».
Finalmente, el arzobispo exhorta a los católicos estadounidenses a votar por Trump, a quien presenta como la única alternativa para enfrentar lo que llama un «golpe de estado globalista». Viganò recalca que, para los creyentes, la abstención sería también inadmisible, pues equivale a ser «cómplices del mal». Según su llamado, un católico no debe dudar: apoyar la candidatura de Kamala Harris sería «un acto moralmente inaceptable», llegando incluso a considerar dicho voto como un «pecado grave».
Para Viganò, los católicos enfrentan una decisión esencial: apoyar a un presidente «que combate al Estado profundo con su propia vida» o respaldar a una «figura infernal». Concluye que «en esta guerra no hay neutralidad», y cualquier falta de acción equivale a un apoyo tácito al enemigo.
