Los candidatos demócratas Kamala Harris y Tim Walz sufrieron un revés significativo el pasado martes en las elecciones presidenciales, al perder tanto el voto popular como los siete estados clave frente a sus oponentes republicanos, Donald Trump y JD Vance. Para el partido demócrata, este resultado representó la primera derrota en el voto popular desde 2004.
Uno de los golpes simbólicos más duros para Walz fue la derrota en el condado de Blue Earth, Minnesota, donde vivió junto a su familia durante más de dos décadas. A pesar de su estrecha relación con esta comunidad, el condado se inclinó hacia Trump, quien obtuvo un 49,3 % de los votos frente a un 48,3 % de los demócratas. Según los datos del censo de 2020, Blue Earth tiene cerca de 70,000 habitantes, con una población mayormente blanca (82 %), seguida por un 5,6 % de afroamericanos y un 4,7 % de hispanos. Este condado también forma parte del primer distrito congresional de Minnesota, el cual Walz representó en la Cámara de Representantes entre 2007 y 2019.
Walz, nacido en Nebraska, pasó gran parte de su vida en Blue Earth, donde trabajó como maestro de estudios sociales y entrenador voluntario en Mankato West High School. Esta conexión, sin embargo, no fue suficiente para asegurar el apoyo local en esta elección.
A nivel estatal, los diez votos electorales de Minnesota finalmente se inclinaron hacia el ticket demócrata, que se impuso con el 51 % de los votos, en comparación con un 47 % de los republicanos. Esta ventaja de cuatro puntos es tres puntos menor que la de las elecciones de 2020, lo que muestra una disminución en el apoyo hacia los demócratas en el estado.
Minnesota es conocido por su persistente lealtad hacia los demócratas en las elecciones presidenciales, manteniéndose en esta tendencia desde hace 52 años. El último republicano en ganar en el «North Star State» fue Richard Nixon en 1972, quien superó al demócrata George McGovern con el 51 % de los votos frente a un 46 %. Esta racha continuó incluso en 1984, cuando Ronald Reagan consiguió una victoria en todos los estados, excepto en Minnesota y en el Distrito de Columbia, este último sin el estatus de estado, pero con representación en el Colegio Electoral.
En diciembre de 1984, al ser consultado sobre su deseo de Navidad, Reagan bromeó diciendo: “Bueno, Minnesota habría sido un buen regalo”.