Estados Unidos es un país guerrero, y Tim Walz, recientemente nombrado por Kamala Harris como su compañero de fórmula para las presidenciales de noviembre, supo sacarle jugo a su historial militar como veterano de la Guardia Nacional en su campaña para la gobernación de Minnesota. Sólo que colgó el uniforme en cuanto su unidad iba a ser desplegada en el campo de batalla, y él siempre ha sugerido lo contrario.
Es lo que los americanos llaman «stolen valor», «valor robado», y se lo toman muy, muy en serio.
La prueba es que siendo Tim Walz un desastre demostrado en su Gobierno de Minnesota, un izquierdista radical que bromeaba con ayudar a los inmigrantes ilegales a ingresar al país invirtiendo en una «empresa de escaleras», firmó una ley que les otorga licencias de conducir, y retrasó cuanto pudo el despliegue de la Guardia Nacional durante los disturbios de George Floyd, es este dato de su biografía lo que convierte su candidatura en un escándalo nacional.
«El 16 de mayo de 2005, [Walz] renunció, traicionando a su país, dejando colgados al Batallón de Artillería de Campaña 1-125 y a sus soldados; sin su suboficial superior, mientras el batallón se preparaba para la guerra», escribieron los sargentos mayores retirados Thomas Behrends y Paul Herr en una carta de 2018 publicada en Facebook.
Los firmantes de la carta critican a Walz por abandonar la Guardia Nacional para refugiarse en el Congreso a pesar de ser plenamente consciente de que podría haber solicitado permiso al Pentágono para postularse al cargo mientras estaba en servicio activo. Y en lugar de presentar la documentación adecuada para garantizar una transición sin problemas fuera del Éjército, Walz «en cambio… se escabulló por la puerta», dice la carta, y agrega que Walz «embelleció y omitió selectivamente hechos de su carrera militar durante años».
El candidato a vicepresidente de Trump, JD Vance, criticó a Walz en una conferencia de prensa, diciendo: «Lo que me molesta de Tim Walz es la basura de valor robada. No pretendas ser algo que no eres. Y si quiere criticarme por haber recibido una educación de la Ivy League, estoy orgulloso […] Fui capaz de hacer algo de mí mismo y me avergonzaría si fuera él y mintiera sobre mi servicio militar como lo hizo él». Vance, a diferencia de Walz, estuvo desplegado en Irak como marine.
Ahora es la propia Guardia Nacional de Minnesota la que, como el Fantasma de las Navidades Pasadas, llega para recordar que Walz mintió sobre su historial. La teniente coronel del Ejército de la Guardia Nacional de Minnesota, Kristen Augé, le dijo a Just the News que Walz fue degradado y no se retiró como sargento mayor como ha afirmado durante años, incluso en su biografía oficial como gobernador, ya que no pudo completar un curso de 750 horas en la Academia de Sargentos Mayores del Ejército.
El asunto es tan sensible en Estados Unidos que incluso la CNN, uno de los más fanáticos aliados demócratas en los medios, se vio obligada a sumarse al coro de críticas en esta ocasión. «Walz hizo un comentario hablando con un grupo, lo ha hecho un par de veces, sugiriendo que llevaba armas en una situación de combate», dijo el corresponsal de CNN Tom Foreman. «Hay una diferencia entre estar en un área de combate, estar involucrado en un momento de guerra y estar realmente en una posición donde te están disparando. No hay pruebas de que en algún momento el gobernador Walz haya corrido el riesgo de ser disparado».
