El Senado ha confirmado a Robert F. Kennedy Jr. como nuevo secretario de Salud del país, otorgándole el control de un presupuesto de 1.7 billones de dólares destinado a vacunas, seguridad alimentaria y programas de seguros médicos que benefician a casi la mitad de la población.
Pese a que en el pasado varios senadores republicanos manifestaron sus dudas por algunas de las posturas del abogado, Kennedy Jr. ha conseguido obtener los votos necesarios para su confirmación. Según fuentes cercanas al proceso, la votación estuvo ajustada, pero no se produjeron giros inesperados de última hora que pusieran en peligro su designación.
A sus 71 años, ha estado en el centro del debate nacional desde su infancia, tanto por su famoso apellido como por las tragedias que han afectado a su familia. Antes de convertirse en «el elegido» de Donald Trump, estudió presentarse como candidato independiente y llegó a acumular cerca de un 10% de respaldo según las encuestas.
Durante la pandemia de COVID-19, su influencia creció significativamente gracias a su labor en una organización sin ánimo de lucro que llevó a cabo demandas contra compañías farmacéuticas y cuestionó la credibilidad de las agencias gubernamentales responsables de la salud pública. Utilizando las redes sociales como plataforma, amplificó su mensaje, lo que le permitió ganar una base de seguidores leales.
