Tom Homan, designado como zar fronterizo por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que las deportaciones masivas comenzarán en Chicago (Illinois), una de las ciudades más afectadas por las avalancha migratorias durante la era de Joe Biden y Kamala Harris.
Así, señaló que el plan es una «operación muy específica» y que se deportará a cualquier individuo que sea considerado una «amenaza a la seguridad pública» y «una amenaza a la seguridad nacional», y también a «fugitivos».
Además, llamó a los políticos demócratas a colaborar con la nueva Administración federal para facilitar las deportaciones. «Si no quieren ayudar, al menos no estorben», afirmó, antes de advertir que cualquiera que proteja a los inmigrantes ilegales se puede enfrentar a cargos judiciales. «Si albergas o escondes a extranjeros ilegales, serás procesado», afirmó.
El alcalde demócrata, Brandon Johnson, calificó las medidas para proteger la seguridad y la integridad de la ciudad de «racistas». «La ciudad de Chicago será un lugar seguro para todos, sin importar quién esté en la Casa Blanca», aseveró.
