«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Se convierte en una historia más de «empoderamiento femenino»

Fracaso ‘woke’: la nueva ‘Blancanieves’ de Disney se hunde en taquilla

Nueva 'Blancanieves' de Disney. Europa Press

Los optimistas celebran la muerte de lo woke con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca pero, como comentó en su día Mark Twain ante la noticia de su propia muerte aparecida en un diario, quizá se trate de una información un tanto precipitada. El wokismo, aunque herido de muerte, sigue vivo y decidido a seguir luchando. Y destruyendo, de paso, empresas emblemáticas como Disney.

Aunque fuera la noticia de un desastre anunciando (en estas mismas páginas), la versión de Blancanieves con personajes reales, estridentemente woke, se ha estrenado con un formidable fracaso de taquilla. No valieron de nada las advertencias. Ha cosechado en su estreno la mísera cifra de 43 millones de dólares, batiendo así este pasado fin de semana el récord del debut más ruinoso de todos los remakes de clásicos Disney, superando (hacia abajo) los 46 millones del Dumbo de 2019.

Eso, en Estados Unidos; fuera no le ha ido mucho mejor. Se preveía una recaudación internacional este pasado fin de semana la ya triste cifra de 100 millones de dólares. En la realidad, no es probable que supere los 87 millones. La película ha costado 250 millones, hagan números.

¿La razón? Una versión rabiosamente progresista que destroza la razón misma de ser de este clásico de Disney. Si en la original se trataba de una historia de amor en la que el príncipe salvaba a Blancanieves, en «pleno siglo XXI» eso no se podía consentir, así que se ha convertido en una historia más de empoderamiento femenino, con enanos creados por CGI, para no ofender al colectivo, y una protagonista, Rachel Zegler, que se ha cansado de decir ante cualquier micrófono que le pongan por delante que no le gustaba la película original y que el Príncipe Azul era un «acosador». 

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