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tras la revelación no han intervenido las autoridades

Instagram facilita la creación de redes de pedófilos

Logo de la red social Instagram. Reuters

Si usted llama a un hombre biológico que se identifica como mujer con pronombres o adjetivos masculinos, todas las grandes redes sociales salvo Twitter censurarán su mensaje y es posible que le castiguen sin poder subir material a su cuenta por una temporada. Si insiste, es probable que le cierren, sin más, la cuenta.

Lo mismo ha valido últimamente para las opiniones disidentes sobre la cuestionable limpieza de las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos, el origen del coronavirus, la eficacia o seguridad de las vacunas o los acontecimientos de la guerra en Ucrania. Si, en cambio, quiere crear en Instagram una red de pedófilos para compartir pornografía infantil, no sólo puede hacerlo, sino que la plataforma se lo pondrá fácil.

No, no es una conspiranoia sacada de un oscuro blog, sino el resultado de una investigación exhaustiva del Wall Street Journal y el Observatorio de Internet de Stanford, y la conclusión es que Instagram, propiedad de Meta (antes Facebook), ha sido el centro de una red organizada y masiva de pedófilos.

Hasta ahí, nada demasiado especial, salvo la negligencia de los administradores de la red, que cuelan el comino y se tragan el camello. Cualquier grupo de degenerados puede usar una red para sus perversiones. El problema mayor es que los propios algoritmos de Instagram estaban promocionando contenido pedófilo a otros pedófilos, mientras que los pedófilos usaban emojis codificados, como una imagen de un mapa o una porción de pizza de queso.

Según los investigadores, Instagram permitía a los pedófilos buscar contenido con etiquetas explícitas como #pedowhore y #preteensex, que luego se usaban para conectarlos a cuentas que publicitaban material sexual infantil para la venta de usuarios con nombres como «pequeña zorra para ti.» Los mercaderes de pornografía infantil suelen indicar con aproximación la edad de los niños.

Los investigadores crearon cuentas dentro de la red de pedófilos, que se inundaron de inmediato con recomendaciones «sugeridas para usted» de contenido sexual infantil, así como cuentas vinculadas a sitios comerciales fuera de la plataforma.

Los creadores y compradores de contenido sexual para menores de edad son sólo una parte de un ecosistema mayor dedicado al contenido infantil sexualizado. Otras cuentas en la comunidad de pedófilos en Instagram agregan memes a favor de la pedofilia o discuten su acceso a los niños. Los empleados actuales y anteriores de Meta que han trabajado en iniciativas de seguridad infantil de Instagram estiman que la cantidad de cuentas que existen principalmente para seguir dicho contenido es de cientos de miles, si no millones, informa el Journal.

«Instagram es una vía de acceso a lugares en Internet donde hay abuso sexual infantil más explícito», declara al diario Brian Levine, director de UMass Rescue Lab, autor de un informe de 2022 para el Instituto Nacional de Justicia del Departamento de Justicia sobre la explotación infantil en Internet.

Meta representó el 85% de los informes de pornografía infantil presentados ante el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, según el informe.

Pero la mayor noticia en todo esto ha sido la consecuencia de esta sensacional revelación, que en cualquier otro tiempo o lugar no solo sería la noticia de portada en cientos de diarios sino que llevaría automáticamente a detenciones y, probablemente, el cierre de la red. Y esta ha sido… Nada. Absolutamente nada, como denuncia Tucker Carlson en el segundo episodio de su nuevo programa en Twitter, que ha tenido cien millones de visitas.

«Uno de los periódicos de mayor circulación en el mundo informa de que una de las compañías más influyentes del mundo está promoviendo la pedofilia y ninguna autoridad ha hecho nada al respecto«, denuncia Tucker, para quien la razón última de esta desidia es que «quienes gobiernan nuestro país ya no ven a los abusadores de niños como lo peor» y, en cualquier caso, «no es como si los pedófilos hubieran irrumpido en el Capitolio para sentarse en la silla de Nancy Pelosi y plantear preguntas incómodas sobre las últimas elecciones; para malhechores como esos ningún castigo es demasiado duro. En lo que va de mes, el FBI en Washington ha emitido once comunicados de prensa, diez de los cuales se referían al 6 de enero».  

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