La actual vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata, Kamala Harris, ha concedido su segunda entrevista en solitario desde que anunció su candidatura. Durante el cara a cara, que se llevó a cabo ante un panel de la Asociación Nacional de Periodistas Negros (NABJ, por sus siglas en inglés), Harris dejó insatisfechos a varios de los entrevistadores por una serie de respuestas que fueron calificadas como «evasivas» y «carentes de sustancia». A lo largo de la entrevista, se abordaron temas clave como la economía, el control de armas, y la política exterior, pero la vicepresidenta evitó ofrecer respuestas concretas en numerosas ocasiones.
Uno de los momentos más tensos se produjo cuando Harris fue interrogada por el estado de la economía, con una pregunta directa: «¿Están los estadounidenses en una mejor situación que hace cuatro años?». En lugar de responder, la vicepresidenta ofreció una larga exposición, en la que repasó los desafíos a los que su administración se enfrentó al asumir el cargo, como la crisis sanitaria causada por la pandemia y las repercusiones económicas de esa situación. Sin embargo, su respuesta de varios minutos fue muy criticada por la falta de claridad.
El control de armas fue otro tema que puso a Harris en una posición incómoda. Ante una pregunta sobre la regulación de armas de fuego, la vicepresidenta expresó su apoyo a la prohibición de las armas largas, pero cuando la periodista Tonya Mosley señaló que la mayoría de los homicidios en Estados Unidos involucran pistolas y no armas largas, Harris no logró articular una respuesta convincente. En lugar de abordar el punto directamente, mencionó que había protestado en una feria de armas hace años, lo que generó confusión entre los presentes.
El panel de periodistas, que incluía a Tonya Mosley de NPR, Gerren Keith Gaynor de TheGrio, y Eugene Daniels de Politico, presionó repetidamente a Harris para lograr respuestas más precisas, interrumpiéndola en varias ocasiones cuando consideraron que se desviaba de los temas. Esta dinámica contribuyó a una conversación tensa en varios momentos de la entrevista, especialmente cuando la vicepresidenta fue cuestionada sobre su postura en temas delicados como la violencia armada y la economía.
Uno de los aspectos más llamativos de la entrevista fue el enfoque que Harris adoptó respecto a la política exterior. Al ser preguntada sobre el conflicto entre Israel y Hamás, la vicepresidenta reiteró su apoyo a una solución de dos Estados y abogó por la liberación de los rehenes en Gaza. No obstante, su respuesta fue percibida como «insuficiente» por algunos de los entrevistadores, quienes buscaban propuestas más específicas sobre cómo su administración manejaría la situación en el futuro.
A lo largo de la entrevista, varios de los presentes, incluidos unos 100 estudiantes universitarios, comenzaron a mostrar signos de incomodidad por las respuestas evasivas de Harris, según un informe de NBC News. La vicepresidenta evitó posicionarse en varios temas, como la posible emisión de una orden ejecutiva para crear una comisión que estudie las reparaciones, lo que generó frustración entre los entrevistadores.