El Gobierno estadounidense ha anunciado este miércoles una nueva política de restricción de visados que se aplicará a funcionarios de gobiernos extranjeros a los que acusa de «facilitar deliberadamente» la inmigración ilegal hacia Estados Unidos. El secretario del Departamento de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha explicado que esta medida afecta a funcionarios de inmigración y aduanas, o autoridades aeroporturarias y portuarias.
«Proteger las fronteras de nuestra nación es de vital importancia para que Estados Unidos sea un país más seguro, más fuerte y más próspero. Los países a lo largo de las rutas migratorias deben hacer su parte para prevenir y disuadir el tránsito de extranjeros que buscan ingresar ilegalmente a Estados Unidos», ha declarado.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha indicado que esta nueva política complementa una ya existente que fue modificada en 2024 y que afecta también a aquellos «actores del sector privado que, a sabiendas, brindan servicios de transporte y viajes diseñados principalmente» para inmigrantes ilegales. «Estas medidas se mantendrán hasta que dichos funcionarios asuman la responsabilidad de garantizar que se establezcan políticas y se apliquen las leyes vigentes para impedir el tránsito de esas personas», ha concluido.