«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«Es hora de que muera»

La Administración Trump desmantela la agencia que instiga y promueve los conflictos en el extranjero: «Es una organización criminal»

Donald Trump. Europa Press

«USAID es una organización criminal. Es hora de que muera», publicó ayer en X su propietario, Elon Musk. El sábado el sitio web de esta agencia de ayuda al desarrollo exterior desaparecía. Es difícil apreciar lo monumental que es este paso.

Es casi imposible determinar cuál de las decisiones adoptadas por Trump en esta primera quincena de mandato tiene mayor trascendencia dada la naturaleza revolucionaria de tantas de ellas. ¿Es la condena implícita del «cambio climático»? ¿La salida de la OMS? ¿La aceptación oficial de que sólo existen dos sexos? ¿El final de sesenta años de cuotas raciales y sexuales? Desde luego, en el Top cinco estaría la desaparición de la USAID, eje de la «injerencia blanda» de Estados Unidos en el resto del mundo.

Los efectos se advierten ya, en el pánico de medios de comunicación y ONG, especialmente en Europa del Este y el Tercer Mundo.

La medida se justifica por el despilfarro ingente y cae dentro de la jurisdicción, por así decir, de Elon Musk y su agencia independiente para el control del gasto de la administración federal, DOGE, pero los motivos reales para desmantelar la USAID van mucho más allá de ser una fuente inagotable de derroche.

En Hungría, por ejemplo, lo saben bien. Antes de la reunión del lunes en Bruselas para discutir la seguridad europea, el ministro húngaro de Asuntos Exteriores y Comercio, Péter Szijjártö, declaró en Facebook que «ha comenzado una nueva era en la geopolítica». Y sí, se diría que los Estados Unidos de Trump quieren poner fin a las aventuras bélicas y centrarse en su país, en los estadounidenses. Y ningún organismo estadounidense ha hecho más por instigar, promover y financiar indirectamente los conflictos en el extranjero que USAID

Mike Benz, antiguo experto en ciberseguridad del Departamento de Estado, ha publicado en X documentos que muestran la orientación de USAID para los medios, específicamente respecto a la práctica del «silencio estratégico». «¿Por qué USAID estaba instruyendo activamente a las organizaciones de medios de comunicación de todo el mundo a «acordar políticas de silencio estratégico» para censurar colectivamente las narrativas de las redes sociales?», se pregunta desde su cuenta en la red social.

Una de las primeras medidas de Trump fue suspender y revisar toda la ayuda exterior estadounidense durante tres meses. Muchos esperan que se estén preparando recortes masivos, ya que la nueva Administración está reordenando los intereses en su país y ha pedido que se ponga fin a la intromisión extranjera. Sólo en Hungría, la medida ya ha afectado a 440.000 dólares y docenas de beneficiarios que iban a recibir ese dinero para «fortalecer y mejorar la sostenibilidad de los medios públicos independientes locales y nacionales» y para «programas de concienciación y educación sobre los medios y formación en periodismo», informa Remix News.

El periodista independiente Glenn Greenwald lo celebra así: «La USAID, al igual que la Fundación Nacional para la Democracia (NEA), son fachadas de la CIA bien documentadas y diseñadas para manipular la política interna de otros países en beneficio de las élites de Washington y de nadie más en los Estados Unidos. Ambas agencias han causado destrucción y ya es hora de que mueran».

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