Suena raro que la prohibición de la participación de hombres en competiciones deportivas femeninas sea noticia, y más aún que sea noticia casi escandalosa para el dogma oficial mediático, pero en esas estamos: la Asociación Nacional de Atletas Interuniversitarios (NAIA) ha decidido vetar a lo que se ha venido en llamar «varones biológicos» en el deporte universitario femenino.
Desde ahora, a los atletas de la NAIA sólo se les permitirá competir en deportes femeninos si se les «asignó» el género femenino al nacer, ha anunciado la organización estadounidense. El Consejo de Presidentes de la NAIA aprobó la política en una votación de 20-0 el pasado lunes después de que una encuesta de diciembre indicara un amplio apoyo a la medida. La política anterior de la asociación sólo se aplicaba a la competencia de postemporada. La nueva directiva se aplica a todas las competiciones NAIA.
La NAIA es un organismo rector del deporte nacional para 249 universidades —en su mayoría pequeñas— en todo el país que no forman parte de las tres divisiones de competencia de la NCAA. La membresía es 80% de escuelas privadas.
«Sabemos que hay muchas opiniones diferentes», reconoció el presidente de la NAIA, Jim Carr, a CBS Sports. «Pero hemos creído que nuestra primera responsabilidad era crear justicia y competencia en la NAIA… También creemos que se alinea con las razones por las que se creó el Título IX [que regula cuestiones sobre discriminación sexual]. Se permite que las mujeres tengan oportunidades separadas pero iguales para competir».
Se cree que la NAIA es el primer organismo rector universitario nacional que exige que los atletas compitan según el sexo asignado al nacer.
Según el gigante demoscópico Pew Research Center, el 1,6% de los adultos estadounidenses se declaran transgénero o no binarios. La NAIA no tiene conocimiento de atletas transgénero que compitan en sus postemporadas hasta este momento, dijo Carr.
