«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Mientras republicanos aprueban leyes para restringir estas prácticas

La Asociación Médica Americana pide que se censuren las críticas al ‘cambio de sexo’ infantil

Banderas trans. Europa Press

Quizá la mayor batalla cultural que se esté librando en este momento en Estados Unidos sea la respuesta a la pregunta «¿qué es una mujer?«, título de un documental del periodista Matt Walsh que está arrasando en el debate.

El propio Walsh está dedicando buena parte de sus programas online a dar esta batalla, denunciando los hospitales y médicos que están haciendo su agosto atiborrando a menores de edad confusos de arriesgados tratamientos hormonales, en el mejor de los casos, y sometiéndoles a castraciones y mastectomías, en el peor, todo con el aplauso de la mayor parte de la clase política.

Pero esta labor informativa a través de redes sociales ha topado con los intereses de la clase médica, buena parte de la cual ve en la promoción de la confusión de géneros a edades especialmente sensibles una verdadera gallina de los huevos de oro, ya que convierte a los menores en clientes de por vida. Así que ha reaccionado pidiendo formalmente que se censure el mensaje.

El periodista de investigación Christopher Rufo anunció el lunes desde su cuenta de Twitter: “ÚLTIMA HORA: la Asociación Médica Estadounidense está pidiendo a las grandes empresas tecnológicas y al Departamento de Justicia que censuren, eliminen, investiguen y procesen a los periodistas que cuestionen la ortodoxia de las cirugías radicales de género para menores, argumentando que la crítica pública es ‘desinformación'».

No es ninguna sorpresa: en los dos últimos años hemos asistido a una oleada de censuras y silencios sin precedentes en el país, tan ufano de su Primera Enmienda, que consagra una total libertad de expresión. Se ha sabido, por ejemplo, que la propia Administración se puso en contacto con las tecnológicas para «tapar» toda información sobre los escandalosos correos de Hunter Biden, el hijo del presidente, y toda información que se alejase una pulgada de la versión oficial de la pandemia y sus remedios se ha censurado inmisericordemente. Asimismo, el año pasado, la Asociación Nacional de Juntas Escolares, el Departamento de Justicia y el FBI trabajaron juntos para etiquetar a los padres que se oponían a la teoría crítica de la raza como «terroristas domésticos».

Y ahora le toca el turno a esta peligrosa locura que condena a menores de edad a una vida de tratamientos irreversibles.

El espectro político va posicionándose ante este abuso infantil mediado por los médicos, y así varios gobernadores de estados republicanos han aprobado o preparan leyes para prohibir estas prácticas en menores. Al otro lado, entre los demócratas, se da la reacción contraria, una cerrada defensa de lo indefendible: que un niño puede decidir que es del sexo contrario del biológico y comprometer el resto de su vida en esa decisión.

Así, el sobrino de Nancy Pelosi y gobernador de California, Gavin Newsom, que ha confesado recientemente que aspira a la Presidencia de Estados Unidos, ha declarado su estado «santuario» para niños transgénero y sus familias. La semana pasada promulgó un proyecto de ley con este objeto, para proteger a los jóvenes trans menores de 18 años y a sus familias del enjuiciamiento penal si viajan al Estado Dorado para obtener «atención médica de afirmación de género», que puede incluir bloqueadores de la pubertad, hormonas y cirugía que muchos críticos consideran una forma de abuso infantil.

«Estados de todo el país están aprobando leyes para demonizar a la comunidad transgénero, especialmente a los jóvenes transgénero y sus padres», escribió Newsom en una declaración firmada el jueves. «En California creemos en la igualdad y la aceptación. Creemos que nadie debe ser procesado o perseguido por recibir la atención que necesita, incluida la atención de afirmación de género», añadió. «Los padres saben qué es lo mejor para sus hijos y deberían poder tomar decisiones sobre la salud de sus hijos sin temor».

La medida se produce después de que más de una docena de estados introdujeran leyes este año para restringir fuertemente o prohibir el apoyo médico transgénero para niños.

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