Rusia puede ganar la guerra. Este es uno de los temores que abunda en las instituciones europeas y que ha llegado a la Casa Blanca. Tras el veto de la ayuda económica a Ucrania por parte del Capitolio estadounidense, la Administración de Joe Biden considera que el Kremlin está cerca de imponerse sobre Ucrania. Y los tiempos parecen jugar a favor de Putin, puesto que se espera que la victoria definitiva sobre el Donbás llegue en apenas unas semanas
Los vaticinios han sido confirmados, nada más y nada menos, por el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y la Directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines. El Capitolio tiene sus propios datos y estadísticas y el dinero entregado asciende hasta 46.000 millones de dólares para asistencia de seguridad. Una cifra escandalosa de la que la Administración Biden es responsable de más de 43.000 millones de dólares.
El gasto excesivo y recurrente, de hecho, hizo que hace semanas el Congreso bloqueara las nuevas ayudas económicas a Ucrania, en un mismo fondo que también incluía presupuesto para Taiwán o Israel, así como dotaciones para la seguridad en las fronteras estadounidenses. Pese a que Biden pidió al Capitolio otros 60.000 millones de ayuda adicional a Ucrania, las dos cámaras legislativas se opusieron a seguir financiado al país liderado por Zelenski.
El pasado jueves, pese a todo, la Casa Blanca acogió un encuentro entre miembros del gabinete de Biden y legisladores del Capitolio. Muchos de ellos parecen seguir preocupados por la falta de munición en el frente ucraniano y todo parece indicar que la victoria de Rusia cada día está más cerca. Si el enfrentamiento terminara en apenas semanas debido a la falta de apoyo de Estados Unidos, muchos verían en Biden al principal culpable, y «repercutiría en todo el mundo».
