El Día de Acción de Gracias, o Thanksgiving es una festividad que se ha dado a conocer como propia de los Estados Unidos. Lo que no se dice es que la misma fue posible gracias a la huella hispana en dicha nación.
Cada tercer jueves de noviembre se dan las «gracias» en los EEUU, pero poco se sabe sobre a quién se le dan esas gracias y por qué. Hoy en día que tantos reniegan de sus raíces hispanas y promueven el socialismo, hay mucho que aprender frente al hecho de que esta es una fiesta que tiene su origen en la hispanidad y que salvó a los primeros colonos de la miseria del socialismo.
Los primeros colonos morían de hambre por el socialismo
Tras su llegada al norte de América, 45 de los 102 peregrinos murieron en el primer invierno que les tocó afrontar. Apenas 53 (4 mujeres adultas) sobrevivieron para celebrar el primer Día de Acción de Gracias (reconocido oficialmente como tal en 1621).
El profesor universitario de economía, Dr. Judd Patton, detalla las causas de esto en su informe titulado “La historia del peregrino: perspectivas vitales y lecciones para hoy”, afirmando que lo ocurrido allí “hoy lo llamaríamos una comuna socialista”.
“Los peregrinos aceptaron el principio socialista, ‘de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad’. Cada persona debía colocar su producción en el almacén común y recibir, a través del Gobernador, solo lo necesario para él o su familia. El excedente después de siete años se dividiría en partes iguales, junto con las casas, las tierras y los bienes muebles entre los aventureros y los sembradores”.
El gobernador Bradford compiló los testimonios de la época. Personas de ambos sexos y de todas las edades reclamaban. Por ejemplo, las mujeres que cocinaban y limpiaban “lo consideraban una especie de esclavitud”. Los peregrinos sufrieron la “tragedia de los comunes”. Nada era propio. Por ende, ningún individuo tenía incentivos para trabajar.
Como solución, el gobernador Bradford instituyó la propiedad privada. Asignó a cada familia una parcela de tierra para que pudieran cultivar su propio maíz. “Hizo que todas las manos fueran muy industriosas, por lo que se sembró mucho más maíz de lo que hubiera sido de otra manera”, escribió.
“Las mujeres ahora iban voluntariamente al campo y se llevaban a sus pequeños con ellas para sembrar maíz”, escribió Bradford. Ahora había voluntad para trabajar.
Un indígena católico fue el héroe
Lo curioso es que quien enseñó el cultivo de maíz a los pobladores fue Tisquantum, mejor conocido como Squanto, y es por él que ahora se celebra la gratitud como virtud. Este personaje llegó al rescate en medio de la tragedia que hemos narrado con técnicas de agricultura que aprendió en Europa como hombre libre. Así enseñó a los pobladores de Plymouth a pescar en esas aguas y habría llevado pavo para compartir con ellos, como ahora es costumbre en estas fechas.
Años antes, Squanto fue llevado al viejo continente como esclavo por John Smith (el mismo de Pocahontas). En España, frailes franciscanos lo rescataron a él y a una veintena de indígenas esclavizados por los británicos. Posteriormente lo bautizaron e instruyeron.
Tras volver a América, descubrió que su pueblo fue diezmado con enfermedades para las cuales no tenían anticuerpos. Lamentablemente su final no fue distinto. La “fiebre india” acabó con su vida terrenal, pero la espiritual se mantuvo intacta. En medio de su agonía final pidió que rezaran por él.
Los hispano-católicos llevaban décadas celebrando Acción de Gracias
Pero realmente la costumbre denominada “Acción de Gracias” precede a Squanto y a los peregrinos puritanos. La primera ciudad fundada en lo que es hoy en EE.UU. fue una gesta española. En agosto de 1565, el asturiano Pedro Menéndez de Avilés fundó el primer asentamiento europeo en Norteamérica en San Agustín (Florida).
Un mes después de la fundación de la ciudad, el 8 de septiembre de 1565, Pedro Menéndez de Avilés compartió un banquete y una misa con los indígenas del pueblo saturiwa, en gratitud por su apoyo ante el avance de los franceses, que amenazaban el nuevo territorio español.
Los indígenas seloy también participaron de la comida e invitaron a otros pueblos aborígenes para participar en una comida de “Acción de Gracias”. Según los cronistas de la época, el menú incluyó pavo, venado, maíz e incluso tortuga (carne destacada en las celebraciones de la zona).
Eucaristía significa “Acción de Gracias” en griego
De igual manera en Texas, también territorio español, el conquistador Don Juan de Oñate, primer gobernador de Nuevo México, hizo lo más propiamente católico: celebrar la Eucaristía. Allí se descubre un origen etimológico interesante de este término, que si se revista con detenimiento deriva del griego Eukaristein y significa precisamente “Acción de Gracias”.
Así, el 30 de abril de 1598 declaró oficialmente un “Día de Acción de Gracias” y lo conmemoró con el santo sacrificio de la Misa. Sin embargo, Estados Unidos como nación instituyó oficialmente el 26 de septiembre con su primer presidente, George Washington, como la fecha para celebrar este día. Cabe destacar que Washington siempre fue agradecido con la Hispanidad por su entrega de recursos y soldados para luchar y derrotar al imperio británico.