Al menos 13 personas han muerto en el estado norteamericano de Texas por una súbita inundación tras la crecida del río Guadalupe que se ha llevado por delante varias viviendas y forzado la evacuación de todos los habitantes del condado de Kerr que residían cerca del cauce.
El sheriff del condado, Larry L. Leithal, ha confirmado en rueda de prensa el fallecimiento de al menos 13 personas, si bien no ha descartado que la cifra de víctimas aumente porque «aún hay varios desaparecidos». El vicegobernador, Dan Patrick, ha advertido de que no han podido localizar a unos 20 niños de un campamento.
La Policía del condado, en un mensaje publicado en su cuenta de Facebook, ha descrito la situación como «catastrófica». «Quienes se encuentren cerca de arroyos, riachuelos y el río Guadalupe deben trasladarse inmediatamente a zonas más altas, y quienes ya estén refugiados: quédense en sus hogares y no intenten desplazarse», ha avisado.
El gobernador, Greg Abbott, ha subrayado que el estado pondrá «todos los recursos disponibles» a disposición de los afectados. «La prioridad inmediata es salvar vidas», ha proclamado, al hacerse eco de la labor de los servicios de emergencia que trabajan contrarreloj para localizar a personas que hayan podido quedar atrapadas.
