«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Biden y McCarthy llegan a un acuerdo

Los republicanos ceden y permitirán subir el techo de gasto en Estados Unidos

El presidente de EEUU, Joe Biden, junto al presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy. Europa Press

Iba a ser el primer impago sobre la deuda nacional de Estados Unidos, la catástrofe, el apocalipsis, busquen un refugio y que Dios les ayude. Solo que este teatrillo ya lo hemos vivido alguna que otra vez: en concreto, 27 veces.

Ya hemos dicho aquí que lo del techo de gasto es algo parecido a «el próximo lunes empiezo la dieta», un propósito solemne que se incumple indefectiblemente. Pero esta vez, se nos decía, era distinto. Los republicanos no iban a ceder, que se haga justicia aunque se hunda el mundo, no iban a dejar que Biden siguiera gastando como un marinero borracho. Hasta aquí hemos llegado.

Solo que no.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, y el presidente Joe Biden llegaron a un acuerdo para elevar el techo de la deuda, y así lo anunció McCarthy el sábado por la noche.

El acuerdo provisional, que incluye elevar el techo de la deuda durante aproximadamente los próximos dos años a cambio de algunos de los recortes de gastos deseados por los republicanos y otras concesiones, se produce después de días de tensas negociaciones.

McCarthy dijo en una breve conferencia de prensa que si bien todavía tienen que pulir detalles cree que el acuerdo es «digno del pueblo estadounidense».

Pero no todos en el partido de McCarthy, ni mucho menos, está de acuerdo con él, que no por nada le costó Dios y ayuda convertirse en el speaker. Al contrario: muchos republicanos están furiosos con él por un acuerdo que eleva el dichoso techo en unos cuatro billones de dólares (sí, sus trillions) durante dos años y no cede en las cuestiones que más interesaba al partido opositor.

El analista Yossi Gestetner se hacía eco en Twitter de una indignación generalizada respondiendo al triunfal anuncio de McCarthy en un mensaje en el que calificaba el acuerdo de «payasada», incluyendo el aumento de 88.000 millones sobre el ya infladísimo presupuesto de defensa. Nada que celebrar. «Con republicanos como este, ¿quién necesita demócratas?», tuiteaba el senador Mike Lee.

Después de que Biden y el presidente de la Cámara llegaran a un acuerdo, varios republicanos lo rechazaron rotundamente antes de que pudiera codificarse en un proyecto de ley.

El acuerdo prevé elevar el techo de la deuda en aproximadamente cuatro billones, con b de burrada, durante dos años, incluye una reducción del gasto discrecional no relacionado con la defensa a los niveles del año fiscal 2022, al tiempo que limita el gasto federal principal al 1% de crecimiento anual durante seis años; a partir de 2025 no hay límites presupuestarios, solo «objetivos de asignaciones no exigibles»; el gasto en defensa estaría en línea con lo que Biden solicitó en su propuesta de presupuesto para 2024, unos 900 mil millones.

Además, financia completamente la atención médica para los veteranos, incluido el Fondo de Exposición Tóxica a través de la Ley PACT bipartidista, aumenta la edad en la que los beneficiarios de cupones de alimentos deben buscar trabajo para ser elegibles, de 49 a 54 años, pero también incluye reformas para ampliar quiénes son elegibles, recupera «decenas de miles de millones» en fondos Covid-19 no gastados, recorta la financiación de la agencia tributaria sin eliminar los 80.000 millones de dólares completos aprobados el año pasado y, según el Partido Republicano, «anulará la solicitud total de fondos de personal para el año fiscal 23 para nuevos agentes del fisco».

No hay nuevos impuestos, según McCarthy.

«¡¿Un aumento del techo de la deuda de $4 BILLONES?!», estallaba en Twitter el diputado republicano Dan Bishop. «¿Dar otra patada hacia delante a una deuda insostenible más allá de las elecciones presidenciales, a pesar de que el 60% de los estadounidenses está de acuerdo con el Partido Republicano?», se preguntó el legislador.

.
Fondo newsletter