Los legisladores republicanos en Estados Unidos están pidiendo al Gobierno de Joe Biden que vaya un paso más allá en la crisis de sanciones contra el sector automovilístico de China. Solicitan añadir a los proveedores de baterías para coches eléctricos de Ford y Volkswagen, CATL y Gotion, a su lista de empresas prohibidas.
Para los republicanos, CATL —socio de Ford— y Gotion High Tech –de Volkswagen, deberían añadirse a la lista de firmas chinas con las que se prohíbe comerciar a las empresas. Esta medida, de aprobarse, afectaría a todas las empresas que operan en territorio estadounidense.
En concreto, legisladores como Marco Rubio les acusan de, presuntamente, contener trabajo forzoso en sus cadenas de suministro. «Cualquier sugerencia de que CATL haya utilizado trabajo forzoso, es absolutamente falsa», decía un portavoz de CATL. Las declaraciones han aparecido en el diario The Wall Street Journal. Es el mismo donde aparecieron las primeras informaciones sobre el caso.
Por su parte, CATL ha reiterado durante los últimos meses que están «preparados» para las próximas crisis geopolíticas. Estas están derivadas de las tensiones comerciales entre China y los países occidentales. Sin embargo, si finalmente terminan incluidas en la ‘lista negra’ de importadores chinos de Estados Unidos, se complicarían sus esfuerzos por incrementar su cuota de mercado a nivel mundial.
Los republicanos dicen que ambos proveedores de China tienen vínculos con el Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang. Se trata una organización paramilitar en Xinjiang que Estados Unidos ha sancionado y agregado a la lista de entidades prohibidas.
