El multimillonario dueño de X, Elon Musk, ha recibido este lunes duras críticas del primer ministro británico, Keir Starmer, y del presidente de Francia, Emmanuel Macron. Ambos mandatarios han cuestionado las recientes declaraciones del magnate estadounidense, quien ha irrumpido en la discusión política europea con comentarios sobre asuntos internos de Reino Unido y Alemania.
El premier británico, Keir Starmer, ha acusado a Musk de «propagar falsedades y desinformación» en el marco del escándalo de las bandas de explotación sexual en el Reino Unido. Durante un evento en el que presentaba reformas para el Servicio Nacional de Salud (NHS), Starmer ha desviado su atención hacia el propietario de X (antes Twitter) y los políticos conservadores que, según él, se alinean con discursos de «extrema derecha». «No voy a permitir que se sostenga un debate basado en mentiras sin levantar la voz», ha declarado con contundencia.
La polémica surgió tras varios mensajes publicados por Musk en su plataforma, donde acusó a Starmer de ser «cómplice» de casos de abuso sexual infantil durante su tiempo como fiscal de la Corona (2008-2013). Musk también atacó a Jess Phillips, alta funcionaria del Ministerio del Interior británico, calificándola de «defensora de la violación y el genocidio» por su oposición a abrir una investigación nacional sobre los crímenes cometidos en Oldham.
En su respuesta, Starmer condenó con vehemencia los comentarios de Musk y destacó su historial como fiscal. «La explotación sexual de menores es abominable, y durante mi etapa al frente de la fiscalía decidí enfrentar el problema directamente. Reabrimos casos y lideramos la mayor acusación contra una banda de explotación sexual en Rochdale, una acción sin precedentes en ese momento», afirmó.
El primer ministro también arremetió contra la inacción del Partido Conservador en los últimos 14 años. «Lo que necesitamos no es una nueva investigación, sino pasar a la acción. Los tories han tenido décadas para actuar y no han hecho nada«, dijo, defendiendo también a Jess Phillips como una figura clave en la lucha contra la explotación sexual infantil.
Mientras tanto, Emmanuel Macron utilizó un discurso dirigido a los embajadores franceses para expresar su preocupación sobre la influencia de Musk en la política europea. Sin mencionar directamente al magnate, Macron denunció la aparente intromisión de «una de las figuras más influyentes de las redes sociales» en las elecciones alemanas, acusándolo de respaldar al partido soberanista AfD. «Hace una década, nadie habría imaginado que el dueño de una de las plataformas más grandes del mundo apoyaría una internacional reaccionaria e interferiría en la democracia europea», advirtió el presidente francés.
