El presidente de Chega, André Ventura, el partido soberanista que ha sacudido el mapa político portugués con un discurso claro contra la inmigración masiva y el avance del islamismo, ha dado instrucciones tajantes a sus candidatos municipales: «Ni una mezquita más en Portugal».
La decisión llega tras la abstención de Bruno Mascarenhas, candidato del partido a la alcaldía de Lisboa, en una votación clave que respaldaba la construcción de una nueva mezquita entre Martim Moniz y Alameda, en pleno corazón de la capital lusa. La reacción no se ha hecho esperar: militantes como Manuel Matias —padre de la diputada Rita Matias y figura muy cercana a Ventura— han exigido responsabilidades y ha avisado de que este tipo de cesiones no pueden tolerarse en un momento en que la islamización de Europa avanza sin oposición real.
Ventura, firme, ha recordado que «no tiene sentido seguir promoviendo la islamización de Europa, con todos sus riesgos» y ha dejado claro que Chega no permitirá que se repitan este tipo de errores: «Ni apoyo institucional, ni cesión de terrenos, ni complicidad con quienes quieren borrar nuestras raíces cristianas«.
El caso Mascarenhas, aún sin resolución definitiva, ha puesto en evidencia la necesidad de cerrar filas. Ventura ha prometido votar en contra del proyecto en el pleno de la Asamblea Municipal y no descarta tomar medidas más contundentes. El mensaje es claro: Chega no está dispuesto a mirar hacia otro lado mientras se impone el islamismo en Europa.
