Empresas y asociaciones del sector de la energía renovable, la industria química y los bienes de consumo han abogado por una mayor integración del Pacto Verde en la agenda de la UE para los próximos cinco años. Solicitan no sólo la confirmación del Pacto Verde como prioridad principal, sino también la implementación de un plan de inversión en un «nuevo acuerdo industrial».
Muchas de estas entidades se benefician de las nuevas políticas verdes a través de las subvenciones, las ventajas fiscales o las barreras regulatorias contra productos no alineados con estas agendas. Entre ellas están SolarPower Europe o Akuo.
La CEO de SolarPower Europe, Walburga Hemetsberger, ha afirmado que «el Pacto Verde es esencial para la competitividad de la UE y la prosperidad sostenible». Del mismo modo, Eric Scotto, de Akuo, y Bertrand Piccard, de Solar Impulse Foundation, destacan «los beneficios económicos y de seguridad energética» que trae este plan apoyado por populares y socialistas. Por su parte, Paul Voss, director general de European Aluminium, y William Todts, de Transport & Environment, también han alabado el Pacto Verde, promoviendo la fabricación de baterías y vehículos eléctricos en Europa.
Sólo VOX y su aliados patriotas y soberanistas se oponen al Pacto Verde y la Agenda 2030, que son «una amenaza al modo de vida de muchos europeos y una sentencia de muerte para el campo, la pesca, la industria nacional y el transporte». «Es un plan de despidos masivo, silencioso, que impide que se pueda prosperar y el relevo generacional en muchas actividades económicas», afirmó el presidente de VOX, Santiago Abascal.