La Comisión Europea ha propuesto este viernes aumentar un 50% los aranceles al grano, las oleaginosas y productos derivados procedentes de Rusia y Bielorrusia para «asfixiar» sus fuentes de ingresos. Pretenden dificultar la financiación de la agresión a Ucrania y proteger, de forma preventiva, posibles disrupciones en el mercado de la UE ante un aumento «considerable» de las importaciones.
La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ya avanzó este jueves el objetivo de la propuesta y señaló que «hay buenos motivos para hacerla». También para evitar estas importaciones «desestabilicen» el mercado europeo y que Rusia utilice esos ingresos en su propio beneficio.
Fuentes comunitarias han señalado que las importaciones de grano ruso representa un 1%, una cifra «pequeña». Sin embargo, aumentó de forma «singular» en 2023, razón por la que toman esta medida de carácter «preventivo» y a modo de «escudo» para el mercado de la UE.
Según datos de la Comisión, Rusia exportó 4,2 millones degrano y derivados a la UE en 2023, por valor de 1.300 millones de euros. Por su parte, Bielorrusia exportó 610.000 toneladas, con un valor de 246 millones de euros.
«Los aranceles prohibitivos que proponemos harán comercialmente inviables las importaciones de estos productos, con lo que también se evitarán posibles aumentos futuros».
El comisario ha subrayado, además, que esta medida contribuirá a poner fin a la práctica rusa de exportar ilegalmente a la UE grano ucraniano robado. Al tiempo que se garantiza la seguridad alimentaria mundial, ya que esta medida no afectará al tránsito de productos agroalimentarios rusos y bielorrusos hacia terceros países.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pide no romper soluciones comerciales «que llevan años en vigor y funcionan para la fortaleza de toda Europa». «Los intentos de separatismo comercial dentro de Europa debilitan a todo el continente», ha indicado.
