La pasada noche del sábado centenares de inmigrantes ilegales provocaron unos fuertes disturbios en Países Bajos. En la ciudad de La Haya, un numeroso grupo de inmigrantes procedentes de Eritrea invadieron el edificio de la Ópera, llegando a la violencia física con ladrillos y piedras.
Tal y como han informado numerosos medios locales, este grupo de africanos, reunidos en torno al movimiento «Brgedb Nhamedu», llegó a incendiar contenedores y coches de Policía en los aledaños de la Ópera Zalencentrum, en lo que pronto se convirtió en una batalla campal.
Según todos los indicios, la violencia estalló cuando un grupo de partidarios del actual Gobierno de Eritrea, liderado por Isais Afwerki, intentó acceder al edificio de la Ópera, donde una comunidad eritrea de opositores celebraba una reunión de inicio de año. Tal y como aseguró el portavoz de la Federative van Eritrese Gemeenschappen, los últimos enfrentamientos en la región de Tigray también han incrementado las tensiones entre los inmigrantes africanos, que representan un alto porcentaje de la población neerlandesa.
Según ha ido escalando el enfrentamiento, la Policía de Países Bajos se ha visto obligada a utilizar gases lacrimógenos para disuadir a los atacantes, al tiempo que han recomendando a la población acercarse al barrio de la ópera. A ello se suma un despliegue policial sin precedentes que aún se mantiene en las principales calles de La Haya.
Todo apunta a que estos episodios no serán aislados, y vecinos de la ciudad neerlandesa temen una escalada en los enfrentamientos entre eritreos. De hecho, se prevé que las autoridades adoptarán medidas de control para evitar mayores disturbios, como el cierre de carreteras. Así lo ha explicado el alcalde de La Haya, Jan van Zanen, que durante la madrugada declaró el estado de emergencia en los barrios de mayor vandalismo de la ciudad, marcados por la presencia de centenares de inmigrantes ilegales.
