Un inmigrante ilegal de nacionalidad marroquí y sujeto a una orden de expulsión del territorio francés (OQTF) ha sido condenado a 14 años de prisión por intentar violar a una niña de nueve años en Vénissieux, cerca de Lyon. El suceso, ocurrido en febrero de 2022, culminó esta semana en una condena que subraya la creciente preocupación por la violencia sexual en Francia.
El ataque tuvo lugar el 10 de febrero de 2022, cuando dos hombres alertaron a la Policía al ver al agresor con los pantalones bajados, agarrando a una niña. La pequeña, en estado de shock, relató a los investigadores que el hombre, bajo los efectos del alcohol y drogas, la había interceptado en su camino de regreso a casa desde la escuela. Gracias a la rápida intervención de los testigos, el atacante pudo ser detenido minutos después del intento de agresión.
El caso de Lyon también plantea cuestiones sobre la eficacia de las políticas migratorias y de seguridad. La orden de expulsión (OQTF) emitida contra el agresor no se ejecutó antes del crimen, lo que ha llevado a críticas sobre la supervisión y la aplicación de estas órdenes. La condena de 14 años de prisión es un mensaje claro sobre la severidad con que el sistema judicial francés trata ahora a los perpetradores de violencia sexual, pero también abre el debate sobre la prevención en un contexto de políticas que siguen manteniendo activo un efecto llamada sin precedentes sobre suelo francés.
Desde su introducción en 2006, las Obligaciones de Abandonar el Territorio Francés (OQTF) han aumentado año tras año hasta llegar a las 134.280 emitidas en 2022. Sin embargo, la tasa de ejecución de estas órdenes es extremadamente baja, con un promedio del 12,5% en los últimos quince años y cayendo por debajo del 7% desde 2020. Esta baja ejecución se atribuye a obstáculos estructurales como problemas de identificación, falta de recursos en las prefecturas y la reticencia de países de origen a emitir pases consulares necesarios para la deportación.
En resumen, el bajo porcentaje de ejecución de las OQTF está vinculado a un aumento en la delincuencia en Francia y también incide sobre el actual efecto llamada, debido a la sensación constante de impunidad. Diversos medios de comunicación están poniendo de manifiesto en estos últimos años que inmigrantes ilegales con OQTF pendientes están involucrados en actividades delictivas, como ha ocurrido con el reciente caso de intento violación que ha tardado dos años en ser resuelto.