La plaza del General de Gaulle en Saint-Valery-sur-Somme (Francia) se despertó ayer jueves con una escena devastadora: la histórica cruz de piedra, símbolo significativo del lugar, yacía en el suelo, destrozada en varios fragmentos. Según testigos, se escucharon ruidos fuertes alrededor de las 04.00, y se observó la presencia de personas cerca del monumento justo antes de que colapsara.
El municipio ha expresado su gran pesar por este acto de vandalismo, comprometiéndose a hacer todo lo posible para restaurar este importante vestigio histórico. Las autoridades locales, incluyendo al ayuntamiento y la gendarmería de Tréport, han lanzado un llamado a la comunidad para obtener testimonios que puedan ayudar a identificar a los responsables. «Cualquier persona con información sobre este lamentable suceso está invitada a contactar a los servicios correspondientes», han anunciado. Ya se ha presentado una denuncia y se ha iniciado una investigación para dar con los autores de este acto destructivo.
Este monumento, erigido en 1618 con piedra arenisca, fue una ofrenda de agradecimiento tras el fin de una devastadora epidemia de peste que afectó gravemente a la ciudad en el siglo XVII. La cruz, que fue objeto de una significativa restauración en 2009, constituía un componente esencial del patrimonio local. Hoy, la ciudad lamenta profundamente la pérdida de una pieza clave de su historia y de su identidad cultural.
La comunidad se está movilizando para devolver la vida a este símbolo de su patrimonio, con la firme esperanza de que se haga justicia lo antes posible. Mientras tanto, la imagen desolada de la plaza, ahora vacía, sirve como un poderoso recordatorio de la vulnerabilidad del legado francés que cada vez está siendo más sustituido por una inmigración proveniente de naciones incompatibles con los valores y las tradiciones occidentales.
