El Consejo Parroquial de Creixomil ha informado que el Estandarte de San Lázaro, clasificado como monumento nacional y ubicado en el municipio de Guimarães, apareció destruido la noche del martes. Aún se desconoce si el incidente fue resultado de un acto vandálico o de un accidente, pero vecinos de la zona asegurar haber encontrado a inmigrantes pakistaníes destruyendo la cruz levantada en 1386.
El Ayuntamiento de Creixomil publicó una declaración en su página de Facebook, mencionando que la Policía Municipal acudió al lugar y lo acordonó. El Consejo Parroquial espera ansiosamente el avance de las investigaciones y lamenta la pérdida cultural que esto representa para la comunidad.
El incidente está siendo investigado por la Policía de Seguridad Pública (PSP) para esclarecer las circunstancias exactas de la destrucción. La cruz de piedra, que celebra la entrada de D. João I en Guimarães tras la victoria en la Batalla de Aljubarrota, quedó derribada y fragmentada. Este monumento presentaba en una cara un Cristo crucificado y en la otra una Virgen de la Misericordia.
Erigido en el siglo XIV y clasificado como monumento nacional desde 1910, el estandarte de D. João I, también conocido como estandarte de Aljubarrota y estandarte de São Lázaro, sufrió daños significativos el 30 de julio. Situado al final de la Rua D. João I, el estandarte está formado por una cruz de piedra caliza en estilo gótico flamígero, protegida bajo un pórtico cuadrangular con un entablamento de estilo dórico, sostenido por cuatro pilares lisos sobre una base con varios escalones.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Guimarães, Paulo Lopes Silva, se presentó en el lugar del incidente. Las piezas del monumento fueron recogidas por el municipio para su posible restauración.
La tradición cuenta que D. João I, en agradecimiento por su victoria, realizó una peregrinación descalzo a Guimarães y ofreció a la Colegiata de Santa María parte de su armadura y valiosos botines. En la cima de la cruz también había conchas, asociando el monumento con las peregrinaciones a Santiago de Compostela. Anteriormente, en 1996, el monumento ya había sufrido actos vandálicos que destruyeron la cruz y su pórtico.