Un inmigrante islámico con antecedentes ha sido detenido en Dordoña (Francia) tras haber confesado el asesinato brutal de su expareja y la hija de ésta, una menor de tan sólo 13 años. Los hechos se produjeron durante la noche del pasado domingo al lunes en la localidad de Limeyrat, a unos veinte kilómetros de Périgueux, y han conmocionado a la región. Las víctimas, Amandine François, de 38 años, y su hija Nina, fueron halladas cubiertas de sangre en su vivienda.
Cuando la policía llegó al lugar alertada por el vecindario, se encontró con Rachid I., el agresor, que intentó quitarse la vida tras cometer el crimen. Malherido, fue trasladado de inmediato a un centro hospitalario, donde permanece bajo custodia. El fiscal de Périgueux ha confirmado que el sospechoso ha sido acusado de doble homicidio: uno por violencia contra su excónyuge y otro por el asesinato de una menor de menos de 15 años.
Durante su comparecencia, Rachid I. admitió haber apuñalado a ambas víctimas. Según fuentes citadas por Le Parisien, el hombre declaró que escuchó «voces» que le incitaban a atacar a su expareja. Nina, la hija adolescente, habría perdido la vida al interponerse entre su madre y el agresor en un intento desesperado por defenderla.
Las autopsias han revelado que ambas fallecieron como consecuencia de un colapso cardiorrespiratorio provocado por múltiples heridas punzantes. Las lesiones halladas en los cuerpos, según detalló el fiscal Jacques-Edouard Andrault, son compatibles con el uso de un arma blanca. Las imágenes del lugar del crimen mostraban una escena de gran violencia.
Rachid I. ya había sido condenado anteriormente por agresiones, aunque nunca había sido denunciado por violencia de género. En junio de 2023, el tribunal penal lo sentenció a seis meses de prisión —la mitad en libertad condicional— por maltratar a su propia madre el verano anterior. Cumplió la parte firme de esa pena en 2024 mediante arresto domiciliario y control mediante una pulsera electrónica.
