Un porcentaje de los impuestos británicos ha ido destinado a este tipo de organizaciones que defienden una visión del islam muy particular.
Nuevo escándalo en el Reino Unido relacionado con las asociaciones islámicas. Durante años, los sucesivos gobiernos destinan una importante partida de los presupuestos a financiar entidades islámicas que, bajo el mantra solidario, difunden una versión del islam muy particular basada en la ley islámica (sharia).
Un documento filtrado a la prensa británica ha desvelado que las autoridades británicas destinaron más de 6 millones de libras a estas organizaciones. Basta con un simple repaso a la lista para comprender la naturaleza del problema: uno de los primeros nombres que aparece es el de Zakir Naik, un predicador islámico al que la premier, Theresa May, expulsó del país por apoyar a los fundamentalistas.
Otra de las organizaciones señaladas en el estudio es Helping Households Under Great Stress (HHUGS), un organismo que escondía sus vínculos con el terrorismo islámico bajo el pretexto humanitario. En 2013, la entidad invitó a Ahmad Jibril a una conferencia a la capital británica, donde inspiró a los terroristas que atacaron el Puente de Londres.
Reino Unido ha permitido que Londres se convierta en un peligro núcleo del yihadismo salafista global. Las autoridades no supieron reconocer la naturaleza de la amenaza, permitiendo así que se arraigara: posteriormente se trató de hacerle frente bajo la premisa de que sólo los que se involucraban usando la violencia constituían el peligro que presenta el islam radical.
De esta manera, los gobierno entregaron miles de libras esterlinas del dinero de los contribuyentes a los mismos islamistas que alimentaban la citada amenaza. Fue en 2011, cuando el aquel entonces primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, reconoció el histórico error:
«En nuestras comunidades, grupos y organizaciones dirigidos por jóvenes y dinámicos líderes promueven el separatismo al alentar a los musulmanes a autodefinirse únicamente en términos de su religión…Ud. podría decir: siempre y cuando no hagan daño a nadie, ¿cual es el problema con eso? Yo le diré el porqué. A medida que surgen las evidencias sobre los antecedentes de los condenados por delitos terroristas, queda claro que muchos de ellos fueron inicialmente influenciados por lo que algunos han denominado «extremistas no violentos» y luego llevaron esas creencias radicales al siguiente nivel, adoptando la violencia. Y lo digo con una mera crítica a nuestro planteamiento en estos temas en el pasado», aseguró Cameron.
No obstante, y a pesar de la puesta en marcha del programa Prevent, el cambio en el Reino Unido no ha sido sustancial. Los grupos que promueven la propaganda islamista so pretexto de defender los derechos humanos continúan recibiendo importantes cantidades del erario público.
Financiación a los rebeldes
Además de a este tipo de entidades, las autoridades británicas destinaron importantes cantidades de dinero para financiar a las facciones rebeldes apoyadas por Estados Unidos con el objetivo de derrocar al régimen de Bashar Al Assad. Las Primaveras Árabes tocaban a su fin y el presidente sirio aún aguantaba en el poder.
Las potencias occidentales entregaron también modernas armas a los rebeldes, que decían luchar tanto contra Al Assad como contra los islamistas que tomaban posiciones en la zona. Nada más lejos de la realidad. Unos años después, la mayor parte de estas organizaciones mutaron en bandas terroristas similares al Estado Islámico que no atendían ya al mandato de ningún país.
Célebre es el vídeo de Nuredin al Zinki. Estos ‘rebeldes moderados’, siempre usando la denominación impuesta por las élites mundiales, fueron los tristes protagonistas de uno de los vídeos mas macabros del conflicto sirio. Y eso es mucho decir.
Varios militantes de este grupo cortaron la cabeza a un niño de 12 años al que habían acusado de apoyar al régimen de Al Assad. El pequeño fue ejecutado en una calle del barrio de Al Mashhad, en la ciudad de Alepo, por los rebeldes que lo acusaron de combatir en las filas de las brigadas Al Quds, un grupo palestino que lucha en favor del Gobierno sirio.
Fondos vinculados Al Nusra
Una investigación del diario The Times desveló la partida de fondos públicos destinados a la Policía Siria Libre (FSP), unas milicias que se ha demostrado que transfirieron importantes cantidades de armas y dinero al Frente al-Nusra.
El Foreign Office confirmó que había suspendido el acceso al llamado esquema de justicia y seguridad comunitaria (Ajacs), que funciona desde finales de 2014, en medio de un aluvión de críticas sobre su gestión por parte de Adam Smith International (ASI), un contratista británico.
Gran Bretaña es uno de los principales contribuyentes al fondo Ajacs de £20 millones. Sin embargo, The Times mostró que hay un presupuesto más amplio de más de mil millones de libras esterlinas al año, tan secreto que los principales políticos responsables de examinarlo ni siquiera saben en qué países se gasta.