Dos personas, una mujer de 63 años y un joven, han fallecido durante los disturbios en París causados por la victoria del PSG al Inter de Milán en la final de la Champions League, un histórico triunfo que convirtió a la capital francesa en un escenario de caos y violencia. Lo que comenzó como una fiesta desbordante por el primer título continental del club terminó con un saldo trágico de muertos, heridos, incendios y centenares de arrestos.
En total, las autoridades francesas han confirmado más de 550 detenciones a lo largo del país, con al menos 192 personas heridas y 692 focos de incendio registrados, de los cuales 264 afectaron directamente a vehículos. A pesar del amplio despliegue policial, que superó los 5.000 agentes, los disturbios se extendieron desde la noche del partido hasta bien entrada la madrugada.
Una de las víctimas mortales es un adolescente de 17 años que fue apuñalado en Dax, en el suroeste del país. El joven fue trasladado en estado crítico a un centro hospitalario, pero falleció poco después a causa de las heridas. Las circunstancias del ataque aún no han sido esclarecidas por las autoridades, que mantienen abierta una investigación. Además, una mujer de 63 años falleció tras ser atropellada.
Los Campos Elíseos, epicentro de los festejos, se convirtieron rápidamente en zona de alto riesgo. Grupos violentos aprovecharon la euforia para enfrentarse con las fuerzas del orden, lanzar fuegos artificiales y objetos contundentes contra los agentes, e incluso intentar acceder al Periférico parisino a pie, lo que obligó a una intervención inmediata para evitar que se interrumpiera el tráfico.
El ambiente festivo, que comenzó con una multitud avanzando como una marea humana hacia el Arco del Triunfo bajo un cielo iluminado por fuegos artificiales comparables a los de una ceremonia olímpica, se fue tornando progresivamente más hostil, especialmente después del tercer gol del PSG, marcado por el joven talento Désiré Doué.
Cuando se cerró el acceso al Arco del Triunfo, los seguidores del club comenzaron a desplazarse hacia otros puntos neurálgicos de París, como la plaza de la República, la Bastilla y los grandes bulevares, donde los disturbios continuaron durante horas. La Prefectura de Policía señaló que los incidentes más graves ocurrieron precisamente en esos sectores, y denunció la presencia de individuos que «buscaban claramente provocar enfrentamientos».
Entre los incidentes más graves, se documentó el incendio de al menos un automóvil en las inmediaciones del Parque de los Príncipes, estadio del PSG. En otras zonas, como el Periférico, se realizaron nuevas detenciones tras intentos de ocupación por parte de manifestantes.
